“y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.” Juan 4:42
“Éste es el Salvador del mundo” Esta confesión fue hecha por un grupo de samaritanos que escucharon de Jesús a través de una mujer que había estado solo un instante con Él. Luego pasaron dos días más oyendo Su mensaje y muchos creyeron en Él. Si lo lees a la pasada puede que te pierdas lo impactante de esta declaración.
Los judíos y samaritanos tenían una enemistad de muchos años, pero coincidían en una sola cosa: ambos estaban esperando al Mesías. Además del conflicto social existente, estaba el prejuicio cultural de la época que había hacia la mujer. Es en este contexto que Jesús, siendo judío, fue intencionalmente a Samaria y se dio a conocer como el Cristo a la mujer.
Cuando se refiere a Cristo como “Salvador” es el concepto de Libertador. Jesús demostró ser Aquel que rompe las barreras del prejuicio social, religioso y cultural al acercarse a la mujer; pero, sobre todo, Él es quien da libertad de la esclavitud del pecado ¡Tanto la mujer samaritana como los que creyeron después por su testimonio entendieron que, en Jesús “el judío” está disponible la salvación para todos!
“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” Hechos 4:12
Hoy, así como ese grupo de samaritanos, damos testimonio de que verdaderamente Jesús es el Salvador del mundo ¿Es Cristo tu Salvador?
Si ya has puesto tu fe en Cristo como Salvador personal, te queremos animar a seguir el ejemplo de Jesús: toma el primer paso y rompe cualquier barrera que te está impidiendo acercar el mensaje de salvación al pecador.