“AUNQUE LOS DÍAS SE TIÑAN DE GRIS”
A lo largo de nuestra vida, los días de nuestro calendario van tomando diversos matices. Existen esos días”intensos y coloridos” como también los días más “apagados y grises”. Ambos están, bajo el control de Aquel que es Soberano.
»La Soberanía de Dios es un atributo de su carácter divino, que está representado principalmente, por las decisiones que Él toma, en el manejo de su voluntad.«
Nuestro Dios tiene el poder ilimitado, para hacer todo lo que cree conveniente. El hace y permite lo que quiere, donde quiere y cuando quiere.
Si recorremos las Escrituras, podemos ver a la Soberanía Divina hacerse presente en “días buenos” y “días malos” de varios personajes de la Biblia.
Estuvo con Israel cuando venció frente a Jericó, pero también cuando fueron derrotados por Hai. Se hizo presente en el bautismo de Juan, pero no falto a aquella fiesta, cuando la hija de Herodías, solicito la cabeza del profeta. Estuvo con Pedro, cuando camino sobre las aguas, pero también, cuando se hundió en ellas.
Si nuestra alma no está rendida a Su Soberanía, estas verdades pueden acarrearnos inquietud, miedos e inseguridades. A menudo nos pasa, de olvidarnos que Su Soberanía no actúa sola! viene “pegadita” a Su Fidelidad, ¡actúa junto a Su Amor y no se separa ni un segundo de Su Bondad y Misericordia!.
¿Pero… que se puede hacer, para que nuestra alma repose aun cuando no entendamos Sus Planes y cuando Sus Pensamientos sean más altos que los nuestros? (Is 55.9) Nuestro corazón se va a aquietar, cuando recordemos las Palabras que Él nos dice al oído…
“No temas, Yo estoy contigo”
Isaías 41.10
