Recordando cierto tiempo en la vida de Abraham y Sara, dos grandes héroes de la fe que, en un momento de sus vidas, estuvieron derribados.
Ya muy ancianitos, estaban sumergidos en una desilusión que venía de la desesperanza de ver, que aquel hijo tan deseado, nunca llegaría.
Podemos observar que, en varias oportunidades, fueron tomando decisiones que los llevaron a ser desleales a Dios. Hablamos de aquel día cuando Abraham planeo una conspiración para proteger su vida frente al Faraón, donde tanto el cómo su esposa, terminaron mintiendo. Y aquella estrategia de Sara, que, a causa de su esterilidad, decide darle un heredero a Abraham, por medio de su sierva Agar, acarreando disgustos y malos momentos a sus vidas.
Sin duda alguna ya era tiempo de dejar de confiar en sus planes y empezar a creerle a Dios.
Cuando Abraham tenía 99 años y Sara 89, Dios se presenta a hablar nuevamente con él, pero esta vez lo hace con el nombre del Shaddai
Génesis 17:1 «…Yo soy el Dios Todopoderoso;”
El Shaddai significa eso!… el TODOPODEROSO el TODOSUFICIENTE.
Me encanta ver que, en medio de un escenario de imposibles, ¡Dios se presenta a ellos utilizando este nombre con tanto significado! Es allí donde Abraham recibe la promesa de Dios, que tendría muchos descendientes.
Tiempo después El Señor le muestra Su Poder, dándole un hijo cuando humanamente ya no era posible. Seguramente, después de ver este milagro, sus vidas quedaron marcadas a fuego por este Shaddai.
¿Sabes? este Dios es el mismo Dios Todopoderoso que se presenta todos los días en nuestras vidas.
Quiero llevarte a pensar por unos minutos, “en tu imposible de hoy”. ¿Cuál es aquella situación difícil que no estas pudiendo resolver?
He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne ¿habrá algo difícil para mí?
Jeremías 32.27
Te animo a que ahora mismo, podamos contarle al Shaddai lo que nos pasa y podamos dejar cualquier situación difícil que nos apremia a los pies de Aquel cuyo poder nunca se apaga.
