«Dios sabe» Seguramente has pensado o repetido esta frase más de una vez; para concluir una conversación, para intentar encontrarle sentido a algo que parece no tenerlo o para consolar y calmar el alma inquieta. Como hijas de Dios, sabemos que tenemos un Dios omnisciente, que sabe todo; lo que no sabemos, no entendemos o no aceptamos…
Dios sabe el principio, el proceso y el final. El antes, el durante y el después. El por qué y el para qué. El cómo, cuándo y dónde. Todo lo que nos gustaría saber, Dios lo sabe! Él tiene la línea del tiempo completa, porque ya estuvo en ella.
Todas las preguntas a nuestras respuestas Él las tiene. Y a su tiempo, que no es el nuestro, nos hará saber; lo que necesitamos saber. Ni más ni menos.
Job expresó «yo conozco…que no hay pensamiento que se esconda de ti» (Job 42:2) Nada escapa de su conocimiento nada oculto a su vista (Hebreos 4:13), Él sabe todas las cosas (1 Juan 3:20) Sabe todo de mi, y aún a pesar de eso me ama!!
Él sabe más de lo que nuestro entendimiento puede comprender, porque es infinitamente más de lo que podemos imaginar.
Dios sabe lo que no sé. Y sabe lo que sé y otros no saben. Aquello que no está bien, que es pecado y tratamos de esconder debajo de la alfombra, en lo oculto de nuestro corazón. Él lo ve. Pero también ve lo que es íntegro, las intenciones, las oraciones sinceras, las buenas obras que no contamos y realizamos. Sabe y a su tiempo, el Dios que ve en lo secreto, recompensa en público. (Mat 6:6)
-Frente a preguntas sin respuestas. Dios sabe!
-Frente a planes frustrados. Dios sabe!
-Frente a dolores en el corazón. Dios sabe!
-Frente a problemas sin solución. Dios sabe!
-Y saber que Dios sabe, trae paz al corazón.
¡Qué al pensar en la omnisciencia de Dios o al usar la expresión «Dios sabe» decida hacerlo con una actitud de confianza en que sus caminos son mayores y mejores que los míos, forman parte de Su plan y tienen un propósito eterno; por eso permitió, permite y permitirá, cada cosa que vivo! porque DIOS SABE!!
Salmos 94:18