Atributo de Dios: Altísimo

No sabemos exactamente cuándo fue escrito el Salmo 83 ni en qué circunstancias. Claramente el pueblo de Israel estaba pasando por un tiempo difícil. Asaf, el autor del Salmo, menciona a diez naciones enemigas que habitaban al norte, al sur, al este y al oeste de Israel. Estaban rodeados de gente peligrosa, pueblos que querían destruirlos.

En el vrs. 1, el salmista clama al Señor: “Oh Dios, no guardes silencio; No calles…” En momentos de angustia y preocupación, podemos pensar que Dios está distante, está lejos. En medio del ruido de la prueba tal vez nos cueste oír la voz de Dios. Luego, agrega: “…ni te estés quieto.” A veces no vemos la obra de Dios, parece que él no está haciendo nada.

Sin duda vivimos días turbulentos, puede que te sientas rodeada, que no veas una salida… yo me he sentido muchas veces así. Sin embargo, el salmista nos anima a mirar hacia arriba. Es interesante notar cuántas veces aparecen los pronombres: “tus”, “te”, “tu”, “ti”. No se trata de nosotras, se trata de Dios.

Sus pensamientos y caminos son más altos que los nuestros (Is. 55:9) y siempre nos favorecen (Sal. 57:2, Jer. 29:11). “Y conozcan que tu nombre es Jehová; Tú solo Altísimo sobre toda la tierra.” (v. 18). Asaf buscaba que Dios sea glorificado, que todos conozcan al Señor, el único Dios Altísimo.

“Altísimo” significa: el más alto, por encima, superior, ser supremo. ¡Así es nuestro Dios! Él está por encima de cualquier circunstancia que vivamos en esta tierra, de cualquier autoridad (Rom. 13:1). Cuando miramos hacia arriba y recordamos cómo es Dios, nuestra perspectiva de lo que nos rodea cambia. Qué podamos confiar en nuestro supremo Señor y orar como Asaf hoy, ¡qué todos le conozcan! Él quiere hablar y hacer su gran obra a través nuestro.

Síguenos o comparte en:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *