Humildad

Humildad es la virtud que consiste en conocer las propias limitaciones y debilidades y aprovechadas para obrar en bien de los demás sin decirlo.

Todos nosotras seremos tentadas en algún  momento a tomar la gloria para nosotras en vez de dársela a Jesús. Seamos sinceras somos  propensas  a amar a nuestro yo. Como creyente tenemos que batallar contra el orgullo, pero a aquellos que Dios ha llamado al ministerio peleamos una batalla aun más intensa. La línea entre ser humilde o ser orgullosa, entre darle la gloria a Dios o exaltarse a sí misma es muy fina ¿cómo podemos cuidarnos de caer en tal pecado?

Ejemplo de Juan el Bautista.

 «Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con ellos, y bautizaba. Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados. Porque Juan no había sido aún encarcelado.Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación. Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él. Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo. Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él. El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido. Es necesario que él crezca, pero que yo mengue.»

Juan 3:22-30

Este es un claro ejemplo de cómo responder cuando somos tentado a enaltecer nuestro yo y no al Señor.

4 reconocimientos para llegar a la humildad en el ministerio:

  • Juan reconoció la procedencia de su MINISTERIO (vrs 27).

Juan reconocía que todo lo que tenia le había sido dado por Dios.  Yo también tengo que reconocer que  lo soy y lo que tengo es solo por Gracia. Incluyendo mi ministerio, es solo por la gracia de Dios y no debo jactarme yo. 1°corintios 4:7.

  • Juan reconoció su MISIÓN (vrs 28)

Juan reconocía que su misión era simplemente abrir el camino para el mesías el no pretendía llamar la atención para si sino apuntaba a que vieran a Jesús. Nosotras también debemos entender que a través de mi ministerio solo debo mostrar a Jesús. Un ministerio con éxito no es hacer que las personas lo sigan a el  sino a aquel que lleva  a las personas a seguir a Cristo.

  • Juan reconoció su POSICIÓN (vrs 29)

El se identifica como el amigo del novio. La posición del amigo es de segundo lugar, su trabajo solo era ayudar al novio de la boda, Juan se gozaba de abrirle camino a Jesús. No hay gozo más grande en el ministerio  de ver personas siguiendo y amando a Jesús.

  • Juan reconocía su DESTINO (vrs 30)

Juan tenía muy en claro que su destino era disminuir hasta que el único que pudiera verse fuera Jesús y no le importaba disminuir, no era de la clase de personas que quería sobresalir. Como hijas de Dios y como ministras de Jesús debo reconocer mi destino, solo soy un instrumento en las manos de Dios.

Aplicación:

Debo orar cada día para que El crezca y mi yo disminuya. El mundo debe ser solo la luz de Cristo y mi obligación debe ser mostrarla a través de mi vida y mi ministerio. Recordemos estas verdades cada vez que seamos tentadas a sobresalir no olvidemos que el ministerio nos fue dado por su gracia, que mi posición es secundaria. Dios nos ayude a poner en práctica estos puntos.

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1 comentario en “Humildad”

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