El desánimo
Cuando mis hijos eran más pequeños, una escena común solía ocurrir después de un cumpleaños. Venían felices de la fiestita con su bolsa de caramelos y su globo de color (generalmente elegido a su gusto). Tal vez el viento soplaba– o por alguna otra razón se abría la mano–y se soltaba al globo, el cual …