“…para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.“ Filipenses 1:10-11
La vida cristiana se vive de una sola manera: para Cristo. Debemos poner todo nuestro esfuerzo para el día que nos encontremos cara a cara con Aquel que nos compró y lavó con su sangre preciosa; por este motivo debemos vivir una vida sincera, honesta e irreprensible, porque un día estaremos delante de Él.
Las personas con las que trabajamos no quieren escuchar de Cristo, ellas quieren ver a Cristo en nuestras vidas.
“…procurad lo bueno delante de todos los hombres”. Romanos 12:17b
Nuestra vida se desarrolla en varios ámbitos: familiar, social, religioso y laboral, lo llamativo es que una misma persona puede vivir diferente tipos de “vida cristiana” de acuerdo al ámbito en el que se desenvuelva.
Si podemos entender el concepto de Colosenses 3:23-24 “TODO lo que hagáis hacedlo de corazón como para el Señor”, entenderíamos que implica cualquier cosa que hagamos, en el lugar, y con las personas que estamos relacionadas, debemos hacerlo TODO para el Señor. Somos propensas a olvidar esta verdad, y no la aplicamos en nuestro andar diario.
Los versículos de Filipenses nos muestran dos propósitos, los cuales deben ser el aliciente y el objetivo principal con el que encaremos cada día.
El primer propósito “a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo”.
Para ser sinceras e irreprensibles, tenemos que mostrar estas características en el lugar donde nos encontremos: en ventas, atendiendo pacientes, sacando copias, limpiando casas, atendiendo niños o abuelos, diseñando, enseñando, donde sea que consideremos nuestro ámbito laboral, sea esto remunerado o no, nuestras vidas se tiene que caracterizar por el COMPROMISO. La mujer comprometida es la que cumple con sus obligaciones, cumple con aquello que se le ha propuesto o le ha sido encomendado; las mujeres en la actualidad no se comprometen con nada. Como hijas de Dios nuestro compromiso con el trabajo debe ser notorio, es muy triste ver mujeres que no están comprometidas con las tareas que se le asignan, las hacen de forma mediocre, y nosotras debemos vivir más allá del nivel de la mediocridad. Una vida de compromiso es una vida de excelencia.
Otra característica es la CONFIANZA. Esta característica se va perdiendo muy rápidamente, Tito 2:10 nos deja en claro este concepto, “no defraudando, sino mostrándose fieles (confianza) en TODO, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador”. ¿Pueden confiar en nosotras?
La CREDIBILIDAD tenemos que mostrar que somos creíbles, nuestros actos hablan más que nuestras palabras, que no estamos intentando ser lo que no somos, credibilidad e integridad van de la mano, es sinónimo de honestidad, y es una de las características propuestas para los diáconos en 1 Timoteo. 3:8, ser honestos. Nuestra vida cristiana en el ámbito laboral debe ser creíble, integra, honesta. Recordemos que las personas están cansadas de escuchar de Cristo, ellas quieren ver a Cristo en nuestras vidas.
“El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”. Santiago 1:8; LA CONSTANCIA, es de las más complicadas porque las circunstancias hacen que muchas veces bajemos los brazos, y no tengamos el mismo entusiasmo en el trabajo. Te propongo que miremos atrás, y evaluemos: ¿Estoy con las mismas motivaciones con las que comencé? ¿Estoy disfrutando lo que estoy haciendo?
¡Cuidado!, no dejemos que las circunstancias, dificultades o complicaciones bajen el ritmo con los que iniciamos el trabajo.
Estas características se demuestran en nuestro andar cada día y los que están cerca lo pueden ver.
Romanos 12 nos da una lista para que la implementemos en nuestro diario andar:
(V3) No tenga más alto concepto de si que el que debe tener.(V9) Aborreced lo malo, seguid lo bueno. (V11) En lo que requiere diligencia, no perezosos. (V16) No seas sabio en tu propia opinión. (V17) No pagues a nadie mal por mal. (V17) procurad lo bueno delante de todos los hombres. (V18) Estad en paz con todos los hombres. La Palabra de Dios es la que nos establece las bases, normas y pautas para andar como Cristo.
Debemos cultivar cualidades en relación a las personas que están cerca de nosotros: jefes, compañeros de trabajo, en algunos casos, subordinados. ¿Qué cualidad debemos mostrar?
Cristo nos enseño que lo más importante de todo es la COMPASIÓN; Marcos 8:2 muestra el corazón de Jesús, hace tres días que están conmigo y no tiene que comer. ¿Conocemos las necesidades de las personas que nos rodean? Estamos insertos hoy día en una sociedad individualista, y muchas veces no miramos a nuestro alrededor, nos preocupamos tanto en nuestros asuntos, que no vemos la necesidad de los demás.
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;»
1Pedro 3:8
Pablo, en 2da Corintios 1:7, sabía que tenía compañeros que estaban cerca en su aflicción, y que estaban para consolar.
¿Pueden tus compañeros sentir que estás ahí para ellos? EL COMPAÑERISMO se demuestra, los demás lo tiene que ver, el Proverbio es claro “el hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo” (17:17.)
El segundo propósito que se menciona en Filipenses 1 es “para gloria y alabanza de Jesucristo”.
Tengo que pensar siempre que todo es para Gloria y Alabanza de Jesucristo.
Cuando entendemos que el trabajo es un acto de adoración a Dios, podemos levantarnos cada día y dar lo mejor, no como una carga, sino como un acto de entrega en adoración, podemos alabar a Dios con nuestras labores.
No olvidemos que estar trabajando es una bendición de Dios, que nuestras vidas siempre muestren el Compromiso, Confianza, Credibilidad, Constancia, Compasión, Compañerismo; nuestro mayor ejemplo fue Cristo, debemos imitarlo a Él, vivir para El y esperar la recompensa de EL.
“Por eso, mis queridas hermanas, manténganse firmes, y nunca dejen de trabajar más y más por el Señor Jesús. Y sepan que nada de lo que hacen para Dios es inútil”.
1 Corintios 15:58 (TLA)
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Muchas bendiciones hermana
Gracias
Por traer a la memoria tan grandes verdades de la palabra de DIOS
Muy buen articulo. Gracias por compartirlo.