Comenzamos un nuevo año y en lo personal es una época que disfruto mucho. Es algo así como cuando compramos un libro y sus hojas tienen un único aroma a nuevo; escribir en el mis metas, proyectos y sueños. Conforme van pasando los días esa ilusión de comenzar el año se va disolviendo y una vez más me falta paciencia para seguir esperando y confiando en los tiempos de Dios, no sé si solo me pasa a mi o también es algo por lo que estas pasando.
En la carrera de la vida Dios quiere que confiemos en Él con paciencia y de rodillas. Dios se deleita cuando caminamos por fe y mostramos nuestra dependencia en Él al acercarnos a Su trono. Su Palabra dice “Que todo mi ser espere en silencio delante de Dios, porque en él está mi esperanza”. ¡Qué fuerte declaración! Hoy me preguntaba si Dios está siendo mi esperanza ¿Estoy dejando en Él mis planes o una vez más estoy actuando sin esperar lo que Dios quiere que haga?
Viene a mi mente el rey Saúl cuando perdió la paciencia con Dios y tomó la necia decisión de actuar por su cuenta. Pagó un alto precio porque perdió la bendición del Señor (1 Sam. 13:8-14). En cambio, Zacarías esperó en Dios para que le diera un hijo (Luc.1:5-13) y se sorprendió y se llenó de gozo cuando el ángel del Señor le dijo que tendría un hijo. Esto sucedió muchos años después de estar orando.
Joyce Meyer dijo “La paciencia no es simplemente la capacidad de esperar, es cómo nos comportamos mientras esperamos”. Aquí viene la pregunta: ¿Cómo es tu actitud frente a la espera de la respuesta de Dios? ¿Estas teniendo paciencia al esperar? ¿Estas queriendo actuar aun sabiendo que Dios te está pidiendo esperar?
Paciencia significa escoger confiar en Dios aun cuando las circunstancias no han cambiado.
En 2019, una investigación sobre el legado de los creyentes en Jesús reveló que las madres y las abuelas tienen una influencia significativa en el desarrollo espiritual. El apóstol Pablo destaca la fe del joven Timoteo que había sido modelada por su abuela Loida y su mamá Eunice (2 Timoteo 1:5).
Se que estarás pensando, ¿Qué tiene que ver eso con la paciencia? La respuesta es, mucho, por que tu legado es de testimonio para aquellas chicas a la cual estás discipulado o simplemente asisten al Club Bíblico. Ellas ven como reaccionas frente a diferentes circunstancias, ya sean buenas o malas. Tu actitud frente a ellas demostrará cuánto estás poniendo en práctica tu paciencia en dependencia de Dios.
Hoy quiero animarte a no bajar los brazos. Al comenzar este año, oro para que una de tus metas sea crecer en ser más paciente y perseverar. Su Palabra, una vez más es el aliento para nuestras vidas “…con paciencia producen una cosecha enorme” (Lucas 8:15b).
En lo personal, una de mis metas para este año es ser paciente con aquellos que me rodean y con las respuestas de Dios. Sé que no será fácil y, esta mañana mientras estudiaba Su Palabra, encontré esta preciosa joya que me acompañará todo el año. Está en Salmos 27:14 “Espera con paciencia al Señor. Sé valiente y esforzado; sí, espera al Señor con paciencia”.
Comienza a escribir en esas hojas del libro nuevo que Dios te regala. Que al terminar el año puedas leer y recordar cuántas veces fuiste fiel y paciente.
Preguntas:
1.- ¿Qué cosas puedes hacer para que el fruto de la paciencia crezca en tu vida?
2.- Memoriza Santiago 5:7 y Eclesiastés 3:1. Te ayudarán para crecer en paciencia.
3.- Si tenés alguna definición propia sobre paciencia, podes compartirla con nosotros en los comentarios.