Varias veces en la cuarentena he tenido pensamientos de ingratitud. Y en seguida venía a mi mente una canción que la venimos escuchando en nuestras iglesias hace ya mucho tiempo:
“Me asombra tu amor y tu fidelidad
siempre has sido fiel y a mi lado estas
Tal vez el sol mañana no aparezca
pero puedo confiar en que tu allí estarás
y en el firmamento se borren las estrellas
pero a tu palabra fiel tu seguirás
Tu has sido fiel
Siempre has sido fiel”
Todas pasamos momentos donde el ser agradecidas no está en nuestras vidas. Este año seguramente nos ha pasado a todas, ¿no? Teníamos planeado terminar la secundaria, terminar esa carrera que tanto nos costó estudiarla, por fin habíamos logrado tener ese trabajo, o quizás poder hacer ese viaje que tanto lo planeamos. Y tantas otras cosas que se nos han frustrado este año. Inclusive falta de agradecimiento por que no vimos a Dios de la manera que esperábamos. Fue un año con problemas económicos, en el hogar, el trabajo, en la escuela, problemas de salud. Y no logramos ver a Dios y su fidelidad. Déjame decirte algo querida amiga. “Las dificultades de la vida nos dan la oportunidad de experimentar la fidelidad de Dios”
¿Cuándo hay que dar gracias a Dios?
En 1 Tesalonicenses 5:18, dice “Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”. Pablo está exhortando a que en todo momento demos gracias a Dios. El verbo esta en presente, nos dice ahora tenemos que darle gracias a Dios. No cuando tengamos que comer o que vestir, o cuando no tengamos el ministerio que quisiéramos tener, sino él nos manda que hay que hacerlo ahora. Porque no se trata de tener ganas o no ¡es un mandato!, tenemos que aprender a dar gracias a Dios por todo, estemos en situaciones difíciles o no lo estemos, Pablo, siempre le daba gracias a Dios en todo, sea cual sea la circunstancia. Él va a suplir todo lo que nos falta de acuerdo con Su voluntad y debemos descansar sabiendo que lo va a hacer. Cuando miramos las circunstancias que nos rodean, nos quedamos siempre insatisfechas, y tendemos a quejarnos frente a lo que nos falta y esto nos impide ver lo mucho que tenemos y ser agradecidas. No es de extrañar, entonces, que la gratitud no forme parte de nuestro día a día. Si nos detenemos a pensar, aunque sea solo un momento, nos daríamos cuenta de que tenemos mucho para estar agradecidas. Somos afortunadas por estar vivas, por tener ropa para vestirnos, un trabajo, comida en la heladera, algunas personas tienen la alegría de tener una familia y amigos que la rodean.
¿Se puede estar realmente agradecida en todo momento?
En Filipenses 4:11 y 12, dice: “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad”. También en Filipenses 4:19 dice que “Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. Pablo aprendió a estar contento (agradecido) tuviese mucho o poco. Libre o en prisión. ¿Hoy estamos agradecidas con lo que tenemos? Este tiempo de cuarentena no estaban en los planes de nadie. Y seguramente tenemos gastos que no estaban en nuestros planes y quizás esos ahorros eran para cambiar algo en la casa, o el auto o un viaje de vacaciones que tanto esperábamos lograr y no lo vamos a poder hacer, ¿Estamos agradecidas en este tiempo de “prisión” en casa?
ENTONCES, ¿Cuál es el secreto para estar agradecidas por su fidelidad?
Es creer que todo lo que Dios nos da es lo que necesitamos. Es aprender a estar contentas en cualquier circunstancia que Dios ha permitido. Tenemos que estar contentas por que Dios vive en nosotras y tenemos todo lo que Él ha permitido que tengamos y vivamos. Evaluemos nuestro corazón: ¿Estamos agradecida con lo que tenemos? ¿Y con lo que no tenemos? ¿Estamos satisfechas en todo momento? ¿Le reclamamos a Dios cosas? ¿Estamos ocupándonos de las necesidades de los demás? ¿Estamos quejándonos por lo que quizás no tenemos y quisiéramos tener? Seguramente muchas de nosotras perdimos gente cercana o familiares en este año. Momentos muy duros y difíciles. Hoy quiero que por un momento dejes de pensar en lo malo, en la crisis, en el problema, en lo difícil que fue todo o en lo difícil que es aun hoy eso que estás viviendo y puedas enfocar tu mirada a ese Dios que HA SIDO FIEL.
Dios no dejó de estar a nuestro lado, quizá muchas dudamos en algunos momentos de la presencia de Dios con nosotras, sin embargo, Él nos ayudó a salir de muchas situaciones. Quizás muchas descuidamos nuestra relación personal con Él este año, sin embargo, Dios se mantuvo allí tomándonos de la mano y llevándonos a hacer su voluntad. Hoy es un buen día para decirle ¡GRACIAS DIOS! porque Él ha sido FIEL. Independientemente de todas las circunstancias que nos rodearon o nos rodean, hay algo indiscutible, Dios ha sido, es y siempre será FIEL, pues su Palabra lo declara: “Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.” 2 Timoteo 2:13