“…si usted es un teólogo anciano o un niño que acaba de comenzar el viaje de la vida, el conocimiento del amor de Dios es el ancla más segura del alma”
Kay Swatkowski
Una historia cuenta que un rey estaba muy enamorado de su esposa Miranda; un día en ausencia del rey, Miranda recibió una triste noticia, su mamá sufrió un trágico accidente. Pese a que existía la prohibición de usar el carruaje personal del rey (falta que era castigada con la muerte), Miranda subió al carruaje, y fue a ver a su madre.
Al regreso, el rey se enteró de la situación y él solo dijo: ¿No es maravillosa? Eso es amor real, no le importó su vida por cuidar de su madre ¡Es maravillosa!
Otro día, Miranda estaba sentada en el jardín comiendo una manzana, y llega el rey; ella lo saludó, y después le dio un mordisco a la última manzana que quedaba en la canasta.
-¡Parecen ricas! Dijo el rey.
– Lo son- dijo Miranda- y alargando la mano, le cedió a su amado de la fruta que comía.
-¡Cuánto me ama! Se dijo para sí el rey, renunció a su propio placer para darme la última manzana de la canasta. ¿No es fantástica?
Pasaron algunos años, y el amor y la pasión del rey por Miranda desaparecieron de su corazón.
Sentado el rey con su amigo de más confianza le decía: – Miranda nunca se comportó como una reina…. ¿Acaso no desafió mi investidura usando mi carruaje? Es más, dijo el rey, recuerdo un día que me dio una manzana mordida; ¡Nunca me amó!
El amor es un sentimiento que cambia constantemente, como vemos en esta historia.
Hoy te quiero animar a que juntas podamos ver un amor diferente y opuesto al que cualquier ser humano pueda tener o dar, un amor que es eterno y atemporal. El amor de Dios no es un amor romántico (me atraes), no es amor fraterno (me agradas) donde se tiene una química natural con otra persona. Abre tu Biblia y leamos juntas 1°Juan 4:19 “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”. Este versículo es tan corto, pero al mismo tiempo es una explosión de verdad. La palabra amó viene del griego ἀγαπάω agapao; amar en sentido social o moral y primero del griego πρῶτος Prótos; el primero en tiempo, lugar, orden o importancia. “Él nos amó primero”. Es ese amor que debe satisfacer mi corazón.
El Amor Ágape (te amo incondicionalmente) es el tipo de amor que Dios tiene hacia Su Hijo y la humanidad.
«El amor ágape no es un impulso de los sentimientos, no siempre va con las inclinaciones naturales y no es solo para aquellos en los cuales podamos encontrar alguna afinidad en común.» W.E Vine
Vivimos en un mundo donde el amor ágape a pasado de moda, hoy en día el concepto es “ámate a ti mismo” obedeciendo al corazón el cual es engañoso, dice la Biblia.
Una vez más necesitamos volver a las Escrituras, y descubrir el amor de Dios, el cual es mi razón.
1. Por su amor, pagó el precio de mi salvación:
Es un amor que se sacrifica, el amor que vemos en Juan 3:16: “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito” (NVI).Cuan grande es el amor de Dios por nosotras que envió a Su Único Hijo Jesús, para pagar los pecados de la humanidad; su sangre me acerca a Él y hoy tengo perdón.
El amor de Dios es demasiado grande para vivir ordinariamente.
2. Por su amor, me adoptó:
Gálatas 4:5 “Dios lo envió para que comprara la libertad de los que éramos esclavos de la ley, a fin de poder adoptarnos como sus propios hijos” Un hogar celestial para la eternidad, y una familia en la fe para disfrutar en el presente.
No midas el amor de Dios por tus propios sentimientos. El sol brilla fuerte en el día más oscuro como en el día más brillante, la diferencia no está en el sol, sino en algunas nubes que impiden la manifestación de su luz. Los problemas o aun las enfermedades pueden hacer de mis días nublados, pero Dios resplandece siempre, aun cuando yo no lo pueda ver.
3. Por su amor, mi corazón tiene gratitud:
Una frase dice: “El amor es un producto de la voluntad” es una decisión que debo tomar día a día. Sacrificar tu comodidad para hacer lo que es correcto. Es la forma de mostrar mi gratitud a Dios por amarme incondicionalmente.
Recuerdas la historia que vimos al comienzo, donde el amor humano es efímero, el contraste de ese amor es, el amor ágape, el amor que viene de Dios; y aunque mi vida se nuble su amor está ahí para mí.
“Queridos amigos, ya que Dios nos amó tanto, sin duda nosotros debemos amarnos unos a otros” 1Juan 4:11 NTV
Como humanos, somos substancialmente egoístas, constantemente preguntando: « ¿Y yo qué?» Es la hora de declararle la guerra al egoísmo con el poder del amor ágape. Es hora de ser buenos y amar a la gente intencionalmente mientras estudiamos y entendemos lo que dice la Escritura sobre el amor. Y deja que el amor ágape de Dios en ti sobreabunde hacia los demás.