¿Por qué ministramos a otras mujeres?
Mi mamá era cristiana, así que me llevó a la iglesia desde que nací. Cuando tenía quince años, un misionero visitó nuestra iglesia, y ese día recibí a Cristo como mi Salvador personal. Yo estaba muy contenta, pero pronto, esa alegría se convirtió en dudas, miedos e interrogantes que nadie podía contestarme, porque nunca se …