Una luz que glorifica al Padre

“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”

Mateo 5:16

 Un virus microscópico ha paralizado el mundo. El gobierno tiembla atemorizado, y la economía mundial se ha desplomado. Muchos están confinados en sus casas para no ser alcanzados por este virus, y el futuro es incierto ante nosotros. Algunos, como en mi caso, quisiéramos quedarnos en casa, pero, tenemos obligaciones que cumplir por el trabajo; sin embargo, aunque enfrentamos un tiempo de adversidad, debemos aquietar nuestros corazones, para así considerar en qué suelo estamos paradas.

• “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres…”

Para cuando leas este devocional, no sabría decirte exactamente cuántos días de cuarentena en Argentina llevamos, aunque a mí me gusta llamarla “aislamiento social preventivo”, a los médicos nos encanta la palabra “prevención”.

Estamos dentro de nuestra casa, para protegernos, pero ¿protegernos de qué? De un virus desconocido que ha producido muchos problemas a nivel mundial, un peligro externo. Estando dentro de nuestra casa hemos estado expuestas, quizás no al virus, pero sí, a las situaciones que generó el virus, expuestas a nuestros lados más débiles, más oscuros, con tanto temor e incertidumbre de no saber cómo seguir el día. Nos expuso a nuestra obsesión por el control, nuestra adicción por la comodidad, nuestra indiferencia por los demás. Este virus nos está pelando por capas, derribando paredes, revelando ilusiones y nivelando nuestros mejores planes. Nuestra familia es la receptora de nuestra luz en este tiempo, ¿qué están viendo? ¿Están viendo a una mujer fuerte espiritualmente, o a una mujer que está a prueba de todo lo que dice creer? Nuestro mejor púlpito ha sido probado en este tiempo.

¿Sómos luz para nuestras familias, amigos, iglesia?

• “para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”

 “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Jeremías 29:11

Sin ninguna duda a Dios no lo tomó por sorpresa este virus, nuestro amoroso Padre está sentado en el trono y Él tiene el control de todo. Cada circunstancia de nuestra vida debe revelar mi propósito en la tierra: Glorificar a Dios.

Entonces te propongo a meditar en desafíos para cada día, mientras estemos en cuarentena y para cada momento de la vida:

• Practicar buenas obras más allá de nuestras propias fuerzas.

¿Estás cansada de estar en tu casa? Busca algo productivo para hacer pensando en alguien

Gálatas 6:9 “No nos cansemos de hacer el bien…”

• Ceder el control de los pensamientos al Señor y permitir que sus verdades sean más fuertes.

Efesios 2:10 “…fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.”

¿Te sientes abrumada por todo lo que se escucha? ¿Tienes temor por la incertidumbre de no saber qué va a pasar? Enfoca tus pensamientos en verdades bíblicas.

Filipenses 4:8 dice: “…Todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable si hay algo de virtud en esto pensad.»

• Fijar nuestros ojos en Cristo, y no concentrarnos en lo terrenal, sino en lo eterno y verdadero.

Hebreos 12:2 “…puestos los ojos en Jesús…”

Colosenses 3:2 “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.”

• Agradecer por las situaciones difíciles que estamos pasando.

Todo lo que este virus revela, Dios lo puede sanar. Todo lo que este virus me hace sentir como necesidad, Dios lo puede suplir.

1ª Ts. 5:18 “Dad gracias en todo porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.»

• Necesitar la Gracia de Dios cada día.

Nos dimos cuenta que nuestro sentido de seguridad y planificación ya no están, entonces es una oportunidad de aprender a depender cada día de Dios.

 “Acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y gracia para el oportuno socorro.”

Hebreos 4:16

• Manifestar el evangelio en y a través de nuestras vidas.

Es una oportunidad única de glorificar a nuestro Padre siendo luz en el mundo, predicando el evangelio de salvación

“Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”

Mateo 5:16

 Que este pueda ser cada día un desafío para nuestras vidas: Glorificar a nuestro Padre y Dios. Que así sea.