Ser una luz verdadera

“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder”.

Mateo 5:14

La luz en la vida cotidiana se torna indispensable, más aun en la noche. La luz es importante, nos facilita muchas cosas: nos muestra por dónde caminar en un lugar obscuro, podemos mirar con mayor claridad en el lugar dónde nos encontramos; por tanto, la función de la luz es: disipar la obscuridad, dar claridad, guiar, alumbrar.

Pienso en mi hijo de cuatro años y medio, como todo niño de su edad, y como a muchas de nosotras cuando fuimos niñas, teníamos miedos, y uno de los mas comunes es a la obscuridad; así como mi hijo, que tiene miedo cuando el lugar es obscuro, y no puede ver lo que hay, o para dónde dirigirse, y opta por mejor quedarse en un lugar donde hay luz, por que le da seguridad. Pienso como la palabra de Dios siempre es tan clara, en varios pasajes usando cosas de la vida cotidiana para enseñarnos, y en esta ocasión no es la excepción, Mateo 5:14 a nos habla de que somos luz, pero para poder entender un poco más este versículo, lo vamos a dividir en tres preguntas que nos ayudaran entenderlo mejor.

¿Por qué soy luz?

Para saber por qué soy luz, primeramente debemos saber de dónde se origina la luz que soy. En Juan 8:12 dice el Señor Jesús: “Yo soy la luz del mundo…” , también vemos en 1ra Juan 1:5 “…Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en Él.”, nuestra luz como creyentes, se origina en la persona de Cristo, somos el reflejo de el; para que lo puedas entender mejor, la luna no tiene luz propia, pero brilla en la noche, ilumina, disipa la obscuridad, cuando miras al cielo en la noche la ves, es evidente que está, pero brilla , da luz, porque está reflejando la luz que le da el sol, la luna por si sola no puede dar luz sino fuera por el sol, de la misma manera, el creyente debe y tiene la responsabilidad constante de ser un reflejo de la luz de Cristo.

Para poder lograr reflejar a Cristo en mi vida debo tener:

  • Comunión intima con Dios, una relación constante. 1 Crónicas 16:11
  • Una vida de oración constante. Colosenses 4:2 “Perseverad en la oración…” Efesios 6:18 “Orando en todo tiempo…”

En 2 Corintios 4:6 nos dice que  “es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios…”, por lo que es quien es la luz, y nosotros somos luz porque nos da de su luz, pero…

¿Para qué debemos ser luz?

Mateo 5:14b nos dice que “una ciudad asentada sobre un monte NO se puede esconder”. El creyente tiene que ser luz para mostrar a Cristo a las personas que aún no lo conocen. Es como esa ciudad que habla Mateo 5:14 que esta asentada en un lugar alto, con el propósito de ser vista, de ser evidente a los demás, cuando la vida del creyente es vista por otras personas, es evidente que esa persona tiene algo, estará mostrando a Cristo (¿Recuerdan la luna con el sol?), esto va a implicar que cualquiera sea mi situación en la que yo me encuentre, debo recordar que ya no soy yo, sino Cristo en mí, y que los demás deberán ver a Cristo en mi forma de conducirme, en la forma en la que hablo, etc..

Me hace pensar cuando Moisés sube al monte Sinaí a hablar con Dios, al bajar tenía algo diferente, él había estado con Dios, y su rostro lo mostraba, resplandecía , reflejaba a Dios en su rostro, era EVIDENTE con Quien había pasado tiempo; de esta misma manera, cada creyente debe mostrar a Dios y ser evidentes, así como la ciudad puesta sobre un monte para que otros a su alrededor la vean, y así iluminar, dar luz a los que están en obscuridad, el Evangelio da luz, una luz muy clara y evidente.

Nuestra vida diaria debe ser como ese farol que se encuentra en el mar, ese que por las noches gira y gira dando luz para poder guiar a los que están navegando, para poder iluminar, está puesto en un lugar alto con un propósito, que todos lo vean , no pasar desapercibido, así mismo nosotros como hijos de Dios tenemos una función un propósito que es brillar, para poder llevar a personas a los pies de Cristo. Mi luz, tiene que hacer disipar la obscuridad en la que se encuentra el mundo, esto lo hago viviendo en continua obediencia a Dios. Filipenses 2:15 dice “para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;”
¿Cómo podremos ser luz en la situación en la que vivimos hoy en día con esta pandemia?, pensaríamos que estamos limitados, que el enemigo esta ganando ventaja con todo esto, pero algo que en lo personal me da mucha paz es saber que a Dios no se le escapa nada, el es Soberano, aún en medio de la pandemia, el está al cuidado y al tanto de cada detalle que esta sucediendo. Sabes, aunque parezca todo muy confuso recuerda algo: “No existe obscuridad tan densa que la luz no pueda disipar “ ¿Qué quiero decir con esto? El mundo sigue teniendo la necesidad de Cristo , aun dentro de nuestras casas como nos piden estar, las personas siguen necesitando de que seamos luz, de que reflejemos a la luz de Cristo.

¿Cómo debemos ser luz?

Cuando pienso en cómo debe ser la manera de ser luz , me remonto a mi época en la que estudie en el instituto bíblico, me toco servir en el área de mayordomía. En esa ocasión nos pidieron limpiar los plafones de la luz de los edificios en donde dormíamos, asi que junto a mis compañeras fuimos, al entrar al edificio noté que la luz estaba encendida, pero parecía que algo estaba mal, porque no daba la luz que debería dar, asi que comenzamos con nuestra tarea, sacar los plafones, y al sacarlos, nos dimos cuenta que estaban llenos de tierra, bichos, al limpiar y volver a colocarlos, se notaba la luz que en realidad debería de dar, el problema no era la tecla de luz, ni la lamparita, ¡era que el plafón, estaba sucio!; sabes lo mismo pasa en nuestras vidas cuando queremos ser luz a los demás, pero hay algo que estorba, algo que opaca tu luz se llama “falta de confesión”, para poder mostrar esa luz, y ser el reflejo de Cristo, tengo que estar limpia, tengo que:

  •  Ser un instrumento limpio en las manos de Dios, para que el me pueda usar.
    (2Timoteo 2:21b ;Efesios 5:8)

Cuando nos colocamos en las manos de Dios para ser ese instrumento, tengo que estar dispuesta a brillar, se luz en el lugar en donde Él quiere que yo brille, ósea, es el lugar en donde yo esté, en la actualidad, nos toca a la mayoría estar en casa, ese es el lugar en el cual Dios a puesto para que seas luz, quizás a otros les de la oportunidad de mostrar la luz , al ir de compras, en el trabajo, etc… pero ¿Cómo?

  • Haciendo buenas obras
    (Efesios 2:10; Colosenses 1:10)

De esta manera podemos mostrar esa luz, haciendo buenas obras, de esa forma las personas se darán cuenta de la diferencia. Por eso es importante siempre pensar en mi manera de vivir, no solo es lo que hablo, digo o que soy, sino en la manera en la que me conduzco, ¿mostraras la luz de Cristo o no?

Dios quiere que su luz sea vista y nosotros somos sus instrumentos, tenemos que comenzar a salir de nuestra comodidad y comenzar a actuar, a limpiar nuestros plafones para que la luz de Cristo pueda ser evidente a los demás, aun desde dentro de nuestras casas, tenemos que explotar las herramientas que tenemos a nuestro alcance como por ejemplo internet, celulares, ideas creativas. En 2 Timoteo nos exhorta a: “que prediques la palabra; que instes (esto significa estar listo) a tiempo y fuera de tiempo…” Dios quiere que seas luz, en el lugar que te toca estar, quizás con una familia que no conoce de Cristo, una familia que es creyente, pero que cuesta la convivencia, ser luz a tus vecinos, y para eso te voy a dejar algunas ideas que quizás pueden ser de ayuda en este tiempo.

  • Hacer videos haciendo un evangelismo ya sea para adultos o para niños quizás con una historia bíblica
  • Posteado en tu muro versículos y haciendo una pequeña reflexión sobre el mismo
  • Zoom con compañeros del trabajo, escuela, pidiéndoles motivos de oración.
  • Prestando tu ayuda a vecinos mayores que no puedan salir a hacer las compras.
  • Preparando mini devocionales para los niños y jóvenes con desafíos para la semana
  • Siendo una luz dentro de tu casa, no dejes de leer, memorizar, orar, por y con las personas con las que estas.
  • Una llamada, mensajito, video llamada para ser de bendición a otros.

Te animo a que pongas manos a la obra y puedas explotar al máximo el potencial que tienes y dejando que tu luz se vea y puedas ser instrumento limpio en las manos de Dios para que los demás puedan ver a Cristo en ti (Efesios 5:15-16)

RECUERDA:
“DIOS NOS LLAMO A SER LUZ, NO PARA QUE LA GENTE NOS VEA A NOSOTROS, SINO PARA QUE VEAN A JESUS ATRAVES DE NOSOTROS, ESO SIGNIFICA SER UNA VERDADERA LUZ.”

Síguenos o comparte en:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *