¿Ves la necesidad?

Hoy en día es muy común ver personas en la calle pidiendo limosna, viviendo con sus familias en plazas, personas hambrientas y sin abrigo. Como cristianas lo primero que deseamos es suplir sus necesidades aunque sea dándoles algo para comer, o algo que este en nuestro alcance. ¿Por qué? Porque sabemos que son necesidades básicas o así le llamamos; techo, comida, abrigo, teniendo todo esto podemos sobrevivir. Vemos su necesidad y la suplimos, hacemos una buena obra.

Debemos alumbrar al mundo con nuestras actitudes y acciones pero qué hay de su necesidad espiritual ¿La vemos? ¿Estamos atentas? ¿Hablar de Cristo es nuestra prioridad?

Suplir su necesidad de conocer a Nuestro Salvador debe ser nuestra prioridad. Es algo que como cristianas debemos SER CONSCIENTES. ¿Por qué solo cambiar un momento en sus vidas, sí podemos elegir cambiar su eternidad?

¿Cuántas personas cegadas, desprotegidas, enfermas y hambrientas espiritualmente hoy te rodean? ¿Cuántas personas sin un propósito, queriendo quitarse la vida, deprimidas, sin encontrar  el rumbo correcto hoy tenes a tu lado? Seguramente estas pensando en el nombre de una o quizás varias; un familiar, una amiga, una vecina, una compañera de la universidad o del trabajo. ¿Estás poniendo tus ojos en lo eterno, o solo en su necesidad terrenal?

Debemos ser conscientes y contemplar:

SU CONDICIÓN:

Son esclavos del pecado.

“Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y aborreciéndonos unos a otros.”  

Tito 3:3

En el siguiente versículo podemos ver su Gracia, su regalo no merecido

“pero cuando se manifestó la bondad de Dios…nos salvó…”

Tito 3:4-5

Aún siendo pecadores Dios los ama, y es así como tenemos que ver a las personas, que nada nos haga mirar otra cosa, sino ver la necesidad que tienen de Su Gracia.

SU CONDENACIÓN:

El infierno,  “… Porque la paga del pecado es muerte.” Romanos 6:23, “… pero el que no cree, ya ha sido condenado…” Juan 3:18. Podríamos mencionar más versículos, pero de algo tenemos que estar seguras, estas personas ya han sido condenadas al infierno y es nuestro deber compartirles el evangelio.

Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban por la fe que es mi, perdón de pecados y herencia entre los santificados.”

Hechos 26:18.

Ellos necesitan una esperanza.

SU CORAZÓN:

Perdido, sin un rumbo.

“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”

Lucas 19:10

Jesús es la clave de nuestro evangelio. Ellos necesitan creer en Él, necesitan de un Salvador personal.

Cumplir El  gran mandato:

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Marcos 16:15

Evangelizar es hermoso, y difícil a la vez. Es un privilegio, y una obligación.  Es un mandato que debemos cumplir. “Las personas más felices y más maduras son aquellas a las que les gusta hacer lo que tienen que hacer”  [Richard Sisson, Prepárese para Evangelizar, Casa Bautista, 1984.] No es cuestión de elegir entre la voluntad de Dios, y nuestra propia felicidad. Si el temor nos impide hacer la voluntad de Dios, es pecado. ¿Hay algún temor que te detiene a evangelizar?

Quizás estés pensando, qué solución le puedo dar compartiendo el evangelio si está sufriendo otra necesidad. Pero te pido que te pongas en su lugar, y que pienses que necesidades a cubierto Jesús  desde que lo conociste como Salvador, desde que tomaste la decisión de seguir el Evangelio que hoy seguramente te sostiene.

“Me diste asimismo el escudo de tu salvación; Tu diestra me sustentó, y tu benignidad me ha engrandecido”

Salmo 18:35

Pienso que no es necesario enumerarte las cosas que Dios ha hecho en tu vida, te ha dado y me ha dado una nueva vida, y una nueva esperanza. ¿Y qué hay de los que todavía no han escuchado con claridad el Plan de Salvación? Tenemos en nuestra vida la respuesta a todas sus necesidades, ¿Qué estamos haciendo para poder suplirlas?

El temor de evangelizar disminuye con la preparación y con la práctica. No hay excusa. La práctica del evangelismo nos da gozo, nos da una hermosa felicidad. Debemos permitir que el Espíritu Santo obre a través de nuestra vida y la única manera es siendo una mensajera de las Buenas Nuevas.

“Porque han visto mis ojos tu salvación”

Lucas 2:30

Ver a una persona tomar decisión por Cristo es maravilloso, ver como su semblante cambia al entender que tiene una esperanza viva, es algo que todo cristiano debe experimentar. Dios me ha permitido tener  esa experiencia, y no se los voy a negar ¡Es maravillosa! te llena de satisfacción saber de que fuiste parte de la obra de Dios en la vida de una persona.

Quiero animarte a tomar un tiempo y ver a los que te rodean, a que seas consciente de quienes están  a tu alrededor sin Cristo, que contemples su condición, su condenación y su corazón. Por último que cumplas, cumplas este mandato tan importante de ser voceras de un mensaje que puede cambiar vidas y que suple cualquier necesidad. Hoy es el día de vencer cualquier temor.

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