Un corazón limpio

Años atrás, me encontraba junto a un grupo de misioneros, evangelizando en las calles de Quillacollo (Bolivia) en la peregrinación de agosto a la virgen de Urkupiña. Miles de personas iban por un camino empinado, estrecho y pedregoso para rendir adoración y cumplir con sus penitencias, llevando cuadros o imágenes talladas, de rodillas algunos, hasta llegar a la cima. Esto me hizo pensar que tal vez esta es la idea que tenemos de idolatría. Pero no solo así se muestra un corazón idólatra, debemos examinar nuestra conducta y ver si hay algo que ocupan el primer lugar en nuestro corazón que solo le pertenece al único Dios verdadero. En el libro de Génesis nos encontramos con Raquel, una mujer privilegiada, amada por su marido y muy hermosa, pero infeliz. Ella anhelaba algo más, algo que no tenía, “dame hijos o me muero” ese era el clamor de su corazón. Génesis 32, relata cuando Raquel junto a su esposo emprenden un largo viaje. Es en ese momento que se registra la palabra «ídolo» por primera vez, “Raquel hurtó los ídolos de su padre”. La palabra ídolo en hebreo es «Tera fin» y significa «pequeño, doméstico». Hurtar los ídolos fue la manifestación externa de lo que había en el corazón de Raquel, ella era una idólatra mucho antes, por ejemplo, en el capítulo 30 de Génesis, cuando exigía dame un hijo o me muero a su esposo Jacob. Vemos que Dios le concede el deseo de su corazón, le da un hijo y le pone por nombre José que significa “dame otro”. Los ídolos nunca nos traerán satisfacción, aun cuando aparentemente tengamos lo que deseamos. ¿Hay algo en tu vida que anhelas y en ella está tu confianza para estar satisfecha? ¿está el reclamo “ dame esto o muero”? Tal vez no lo expreses de esa forma, pero en la conversación interna en tu corazón se escucha “DAME O ME MUERO”. DAME …. Ese novio que tanto he esperado…. DAME…. esa carrera universitaria. DAME …ese ministerio… (Llena los puntos suspensivos). ¿Hay algún «Tera fin» que estés ocultado? Ese ídolo doméstico, pequeño, que está ahí en tu corazón, ¿es en el que estás confiando fuera de Dios? NO TE OLVIDES QUE EN NUESTRA VIDA LAS COSAS PEQUEÑAS importan. Veamos cómo sigue la historia. Dios le concede otro hijo, Benjamín, y Raquel muere en el parto. Recibió lo que tanto había adorado, pensaba que traería satisfacción, pero trajo tristeza. “ Benoni” que significa «hijo de mi tristeza» fue su último suspiro. Qué increíble e irónico que la mujer que había gritado «DAME HIJOS O MUERO», haya muerto en el parto. Otra vez vemos que los ídolos no traen satisfacción. ¿Era malo su deseo? ¡No! Tener hijos es un buen deseo, tener un esposo, un novio, un ministerio, una carrera, un nuevo trabajo etc. no son malos deseos, el problema está cuando a ese deseo le damos un lugar que no le corresponde, confiando en ello para sentirnos plenas o tener significado en la vida. Dios es el único que puede llenar nuestro corazón porque él es la plenitud (Ef. 1:23), los ídolos no dejan que Dios obre en nuestra vida. Tenemos que identificarlos y eliminarlos. Veamos que pasó después. En Génesis 35:1 y 2, Dios llama a Jacob para bendecirle, pero antes Jacob hace un llamado a su familia. Ese, creo que es el mismo llamado de Dios para cada una de nosotras: antes de hacer el altar, antes de la bendición, antes del servicio, tenemos que deshacernos de los ídolos . Como nuestro corazón es engañoso (Jer. 17:9) pidámosle a Dios que nos examine, él lo hará porque él lo conoce (Hec.1:24 ) y solo él es quien puede ayudarnos (Heb. 4:13,15,16), analicemos los pasos prácticos que registra esta historia.

Génesis 35:1 al 4 dice: “Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con el estaban : Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros y limpiaos y mudad vuestros vestido y subamos a Betel , y allí haré un altar a Dios, quien me respondió en el día de mi angustia y que ha estado conmigo en el camino por donde he andado…Y Jacob los escondió (enterró) debajo de una encina que estaba junto a Siquem» (v. 4b)

PRIMER PASO:

Identifiquemos nuestros ídolos. Colosenses 3:5 dice «Haced morir pues lo terrenal en vosotros: fornicación, impurezas pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia que es idolatría». De esta lista, ¿puedes identificar algún ídolo, escondido? inmoralidad sexual , impureza (Ro.1:24), pasiones desordenadas (lujuria), malos deseos y avaricia (deseo pecaminoso de tener más y más). ¿Adoras las cosas de este mundo? ¿Estás alimentando alguna pasión desordenada? Si pudiera tomar tu celular ahora mismo, ¿habrían, fotos, audios o conversaciones que borraría? ¿Mantienes relaciones sexuales fuera del matrimonio? Tal vez estas mirando pornografía, o con un corazón insatisfecho, ¿mantienes alguna relación virtual escondida? ¡Esos son ídolos!, no los alimentes, ¡tienen que morir!

SEGUNDO PASO:

Quitarlos (v.2) Es la idea de cortar, hacer una limpieza interior. Tu elijes a quien vas a servir (Jos. 24:15-Deut.30:19). Debes tomar medidas radicales, como la confesión que trae luz. Busca una mujer espiritual, busca ayuda, elimina o bloquea personas de tus redes sociales que son de tropiezo, hoy decides a quien te inclinas, no alimentes tu carne.

TERCER PASO:

Mudar nuestros vestidos. Mudar es cambiar, esforzarse apresuradamente. La palabra vestido no tiene aquí el significado de ropa, la idea es de una sábana o manta que cubre. ¿Qué manto estás usando, para esconder los ídolos de tu corazón? ¿Será la de apariencia de piedad, será activismo, será la autocomplacencia? ¿Una posición de liderazgo? No te engañes .
A lo largo de la historia, Jacob entiende que el primer lugar en su corazón le corresponde al único Dios verdadero, por eso él pudo identificar, quitar y enterrar los ídolos y después hacer el altar, para servir en integridad y para recibir la bendición. No inviertas el orden.

  • El altar de la comunión nos hace pensar en que Dios responde en la angustia (Gn. 35:3a). Hoy mas que nunca el mundo entero esta en angustia, y Dios está atento al clamor de sus hijos, esa puede ser una razón poderosa para sacar todo lo que impida nuestra comunión diaria. Hoy podemos mejorar nuestro tiempo de intimidad con Dios . Tener una relación, un tiempo significativo, de forma intencional. Hoy tenemos muchos recursos para buscarle, escuchando, por ejemplo, un podcast, inscribiéndonos en un taller online que enriquezca nuestra vida espiritual. Podemos tener un plan de lectura bíblica, revisar las metas espirituales, ¿cuánto hemos leído, memorizado? o ¿saldremos igual de esta cuarentena?
  • Su presencia nos hace saber de qué él está con nosotras todos los días (Gn.35: 3b). Temor a Dios, es tener esto en mente cada día, el Dios del universo esta con nosotras, vivir esta verdad será un cambio de principio en nuestro modo de ver a los ídolos. ¿A qué le dedicamos nuestro tiempo, días, horas o fuerzas? ¿Qué ocupa nuestra mayor atención? Instagram , tik tok , Facebook, etc. no servirán de nada en los momentos de angustia.
    Siempre estamos adorando, ¿a qué nos estamos inclinando? Las acciones manifiestan nuestras prioridades, ¿Qué ocupa el primer lugar en nuestro corazón? Escuchemos la advertencia “hijitos, guardaos de los ídolos. Amén” (1 Jn. 5:21) que así sea en tu vida y en la mía.
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1 comentario en “Un corazón limpio”

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