Que dice la Biblia sobre el Lesbianismo

Este término es utilizado para hacer referencia a la homosexualidad femenina. La palabra lesbiana (de lesbio ‘natural de Lesbos’, por alusión a Safo​) se utiliza para hacer referencia a una mujer homosexual que siente atracción sexual, física, emocional y sentimental únicamente hacia las mujeres. Si indagamos un poco más en su definición podemos encontrar varias palabras relacionadas como safismo, Safo era una poetiza griega que escribía de su amor a otra mujer, originaria de la ciudad de Lesbos, de la cual da origen a la expresión lesbianismo. Además, es parte de la llamada comunidad LGTV+, la cual ha ido evolucionando a través del tiempo. A lo largo de la historia el lesbianismo fue buscando imponerse como una identidad sexual. Claramente lo ha logrado.

Si juntas googleáramos acerca del lesbianismo no encontraríamos una única causa, quizás podríamos encontrar que es algo psicobiológico, genético, o quizás emocional, causado por un abuso de parte de un hombre.

La verdadera causa la encontramos en la Biblia. Dios en su Palabra es claro, Él creó al hombre y a la mujer para que esa atracción sea consumada. Pero el pecado ha distorsionado todo lo que Dios ha establecido desde un comienzo. Ha pervertido nuestras mentes, segando el entendimiento entre lo bueno y lo malo.

La práctica de la homosexualidad es pecado.

La homosexualidad es un pecado, es el resultado de una rebelión continua contra Dios. La homosexualidad es inmoral y antinatural. Es una distorsión al orden divino y la visión de Dios sobre la sexualidad.

Levítico 18:22, “No practiques la homosexualidad, al tener relaciones sexuales con un hombre como si fuera una mujer. Es un pecado detestable.”

Todo comienza por cambiar una verdad por una mentira. La práctica del pecado comienza con sutileza y termina con la peor depravación, con tener un fuerte deseo de hacer todo lo contrario a lo que Dios me pide y alejándonos completamente de Él.

“Por esa razón, Dios los abandonó a sus pasiones vergonzosas. Aun las mujeres se rebelaron contra la forma natural de tener relaciones sexuales y, en cambio, dieron rienda suelta al sexo unas con otras. Los hombres, por su parte, en lugar de tener relaciones sexuales normales, con la mujer, ardieron en pasiones unos con otros. Los hombres hicieron cosas vergonzosas con otros hombres y, como consecuencia de ese pecado, sufrieron dentro de sí el castigo que merecían.”    Romanos 1:26-27

 

La homosexualidad tiene perdón.

La oferta del perdón de Dios se extiende a todos, y es solo por medio de Jesucristo. El perdón de Dios está disponible para un homosexual como para un fornicario, un idolatra, un ladrón, etc.

¿No se dan cuenta de que los que hacen lo malo no heredarán el reino de Dios? No se engañen a sí mismos. Los que se entregan al pecado sexual o rinden culto a ídolos o cometen adulterio o son prostitutos o practican la homosexualidad o son ladrones o avaros o borrachos o insultan o estafan a la gente: ninguno de esos heredará el reino de Dios. Algunos de ustedes antes eran así; pero fueron limpiados; fueron hechos santos; fueron hechos justos ante Dios al invocar el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios. 1 Corintios 6:9-11

Dios quiere volver a tener una relación personal con cada uno de nosotros y eso incluye a los homosexuales,

  • Dios quiere reconciliar su enemistad (Romanos 5:10)
  • Dios quiere renovar sus mentes (Efesios 4:21-22)
  • Dios quiere que renazcan para una esperanza viva (1 Pedro 1:3)

 

La homosexualidad no es permanente.

Una vez hechos hijos de Dios ya no son más esclavos del pecado.

«Sabemos que nuestro antiguo ser pecaminoso fue crucificado con Cristo para que el pecado perdiera su poder en nuestra vida. Ya no somos esclavos del pecado. Pues, cuando morimos con Cristo, fuimos liberados del poder del pecado;» Romanos 6:6-7.

La lucha contra el pecado no ha desaparecido, nuestra naturaleza pecaminosa esta activa en nuestras vidas. Constantemente tenemos cerca nuestro atracciones a nuestras debilidades, tentaciones e incentivos para pecar. Por este motivo se debe:

  • Controlar lo que hacemos con esos sentimientos

“Velen y oren para que no cedan ante la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil.” Mateo 26:41

  • Ser responsables y resistir a la tentación

Por lo tanto, pónganse todas las piezas de la armadura de Dios para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la batalla, todavía seguirán de pie, firmes.” Efesios 6:13

  • Ser transformados por la renovación de nuestras mentes

“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.” Romanos 12:2

  • Andar en el Espíritu para no satisfacer los deseos de la carne

“Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa.” Gálatas 5:16

Ver también: Gálatas 5.

Vemos varios ejemplos en la Biblia. En Génesis, a los hombres en la ciudad de Sodoma y Gomorra, una ciudad que iba a ser destruida a causa de su perversidad, Genesis 18:20, “…y el pecado de ellos se ha agravado en extremo.”  En Genesis 19 vemos la decadencia de su pecado queriendo tener relaciones sexuales con los hombres que visitaban a Lot.

¿Qué conceptos tenés respecto al homosexualismo? ¿Alguna vez has tenido la tentación de experimentar una práctica homosexual? ¿Cuál es tu visión hoy con respecto a este pecado? ¿Cuál es tu visión con respecto a una persona homosexual? Si conoces a alguna chica que lucha con este pecado, asegúrate primero de su salvación para saber luego cómo acompañarla bíblicamente.

Nuestra definición con respecto al pecado debe ser la misma para todos los pecados, es transgredir todo lo impuesto por Dios. Todo pecado es una ofensa para Dios, pero nuestra visión en cuanto a la persona perdida en este pecado debe ser de amor, de compasión, de misericordia. Necesita de Cristo, Dios promete la victoria sobre el pecado incluyendo la homosexualidad.

«¡Pero gracias a Dios! Él nos da la victoria sobre el pecado y la muerte por medio de nuestro Señor Jesucristo.»

1 Corintios 15:57

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