Nombre de Dios: Jehová Rafa

CON SABOR AMARGO
Así podríamos describir aquel momento que le toco atravesar al pueblo de Israel en el desierto.
Dios los había sacado con mano poderosa de Egipto y ahora estaban camino a la tierra prometida En este desierto, ellos necesitaban convertirse en una nación grande pero mucho más, necesitaban conocer de Dios.
Llevaban tres días de camino y el agua que traían consigo estaba escaseando. Sin duda alguna, el pueblo estaba ansioso de encontrar un lugar donde poder beber agua, llenar sus jarrones y así volver a proveerse de este bien tan preciado. Finalmente llegan a un lugar donde había agua. Con toda la ilusión de que allí podrían saciar su sed, no tardaron en darse cuenta, que no era lo que esperaban. La biblia nos dice en Exodo15:23 “y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas”.
¡Tremenda decepción para ellos! Pero… ¿al pueblo de Dios le podría suceder esto? ¿Yendo por el camino que Dios les había dicho, le podían pasan este tipo de cosas?
La historia continua y nos cuenta que el Señor, termina haciendo otro milagro, transformando las aguas amargas en dulces.
¿Me preguntaba…porque Dios no los privo de atravesar este trago amargo? Hubiese podido ahorrarles la experiencia, pero no lo hizo. Él tenía algo más en mente. Y en medio de la desilusión, el buscaba darle algo más que solo agua. Fue en esa oportunidad donde Dios se presenta a ellos por primera vez como Jehová Rafa. Dios que Sana.
Viene a mi memoria el Salmo 147.3 que dice “El sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas”
Este versículo me hizo pensar en las heridas que puede tener el alma. Heridas del pasado, heridas que vienen de la desilusión, heridas provocadas por otros, heridas causadas por mis malas decisiones. Todas terminan haciendo, que el corazón duela.
  • ¡Las heridas hay que curarlas! y Jehová Rafa es el especialista. Corramos a Él, contémosle de nuestro dolor, mostrémosle nuestras heridas, y dejemos que El las sane, a Su Forma. Tal vez Nuestro Medico Espiritual nos pida entregar, confesar, olvidar o estar dispuestas a perdonar. ¡¡Sin duda, Él Sabe lo que hace y sabe cómo hacerlo!!
 

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