Mirando a través de sus ojos

 «Con misericordia y verdad se corrige el pecado, y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.»

PROVERBIOS 16:6

Qué bueno poder saludarte. En estos días pensaba en este tema tan importante, y recordaba cuando yo llegué al Club Bíblico por primera vez, una jovencita con muchos conflictos de adolescente, temores, baja autoestima, complejos, pero desde el momento que llegué a ese lugar, pude sentir el amor, la aceptación; yo no entendía nada, nadie me miraba raro, ni me juzgaba. La actitud de los líderes y jóvenes hizo que quisiera regresar a la semana siguiente, y siguiente…luego de tres meses de asistir fielmente pude comprender el plan de Salvación y recibir a Cristo en mi corazón. Aunque no lo entendía en ese momento, ellos me trataron con amor y misericordia.

Hoy nosotras también podemos ver en nuestras Iglesias muchas chicas que llegan cargadas con miles de conflictos, abrumadas, confundidas, muchas de ellas solo necesitan una amiga, alguien que las escuche, que no las juzgue, que tenga misericordia y se interese genuinamente por su vida.

Como jóvenes cristianas, tú y yo estamos llamadas a tener un corazón misericordioso, para que con la ayuda de Dios podamos guiar, ayudar a cada joven que pueda conocer y experimentar la misericordia de Dios en su vida (Colosenses 3:12).

¿Qué significa misericordia?

Misericordia es una palabra que se divide en dos partes: “miser” cuyo significado es miseria, y “cordia” que significa corazón. Al combinarse significa «sentir la desdicha de los demás» o tener un corazón para la miseria.

Es muy difícil que nosotras, como hijas de Dios, podamos ejercer una influencia de transformación, si en primer lugar no contamos con una actitud correcta acerca de nuestra propia vida (porque nosotras también necesitamos cada día de la misericordia de Dios). Si en nuestra vida no tenemos misericordia, es muy fácil que nos convirtamos en alguien que se crea superior a los demás, eso nos llevaría a decirle a las personas qué hacer, cómo hacerlo y dónde hacerlo y esto crearía de inmediato una dependencia. Y realmente esto no es lo que hace una buena cristiana.

¿Cuál es tu reacción ante la adversidad, desgracia, tragedia de los demás? ¿Los juzgamos? ¿Los haces a un lado?

Si deseamos ayudar a cambiar vidas, es necesario que primero abracemos la desdicha del otro, necesitamos ponernos en sus zapatos, tener empatía, porque el rechazo nunca ha cambiado el corazón de nadie.

Un buen ejemplo es la vida de Jesús, él abrazaba la desgracia humana. No solo la toleraba, tolerar solamente sería quedarse corto, si no que la abrazaba. Quienes se sentían justificados por sus buenas obras y aparente rectitud no toleraban ver la escena de Jesús. (Mateo 15:22; 17:15; Marcos 1:41; 5:19; Lucas 1:58 y 10:33)

¿Por qué necesitamos tener misericordia?

Como hijas de Dios somos llamadas a: tener misericordia, a dar ejemplo, motivar, influenciar y hacer que el otro crezca en todos los sentidos. La misericordia establece un vínculo entre iguales. Si tu tienes en cuenta esto, vas a poder influenciar para mover el corazón de otras mujeres cristianas hacia los ideales más altos.

Si quieres realizar un cambio en tus jóvenes, en tu Club Bíblico, para influenciar el cambio primero hay que acercarse a las chicas y tu actitud tiene que ser con un corazón misericordioso (Lucas 10:37, lee el contexto).

Tengo una amiga que es misionera, ella es un vivo ejemplo de un corazón misericordioso. Dios le ha dado la oportunidad de compartir con muchas jóvenes que pasaban por momentos muy difíciles en sus vidas, ella vio la desdicha, la desgracia y tuvo empatía, se puso en el lugar del otro. No solo estaba llena de buenas intenciones, Dios la usó para acompañar en el proceso de restauración de muchas jovencitas. Ahora, desde unos meses antes de la pandemia ella está sirviendo al Señor en Venezuela. Trabaja con niños en las peores zonas de pobreza de este país, falta de recursos extremos y no solamente les lleva la Palabra, el Señor también la usa para suplir necesidades, emocionales, físicas y materiales porque su corazón está lleno de la misericordia de Dios.

Todas necesitamos tener un corazón misericordioso, para que Dios nos pueda usar en el ministerio que él nos ha colocado.

UNA CRISTIANA EN ACCIÓN: Consejos que te pueden ayudar.

  •  Cuando una joven tropieza y cae, lo primero que necesita es levantarse, y muchas veces va a necesitar la ayuda de otras para hacerlo. Necesita que te intereses en su vida de una manera genuina.

Así que los que somos fuertes”, dice Pablo, “debemos soportar la flaqueza de los débiles y no agradarnos a nosotros mismos” (Romanos 15:1).

Los creyentes espirituales, deben “amonestar a los ociosos… alentar a los de poco ánimo… sostener a los débiles… ser pacientes para con todos” (1 Tesalonicenses 5:14).

Cuando leemos en la Biblia el momento en que la mujer era sorprendida en el mismo acto de adulterio, Jesús no estaba interesado en destruir a la mujer sino en ayudarla, y esa debería ser nuestra actitud hacia las otras personas, y en especial a las jóvenes que Dios puso cerca nuestro.

El mandato de Jesús “No juzguen para que no sean juzgados” (Mateo 7:1). Debemos tener mucho cuidado de no caer en esto, no somos jueces. Cuando tengo una actitud de misericordia puedo ver la necesidad y debo recordar que la misericordia que esa joven necesita es la misma que yo necesito cada día de mi vida. La idea no es “castigar” ni “condenar” a la joven que ha caído, sino corregirla. La corrección siempre debe ir acompañada de un espíritu de mansedumbre (ser cordial, tierna, cálida, amorosa y cuidadosa). Gálatas. 5:23 No podemos andar con una actitud de crítica y juzgando mientras intentamos levantar a una joven caída, esto no muestra la gracia de Cristo ni ayuda en nada a la joven.

  •  La puerta siempre está abierta para la restauración (Lucas 15:20). El camino es la CONFESIÓN la promesa de Dios es que “Si confesamos…” (1 Juan 1:9). La confesión de la joven que ha caído debe de ser sincera. Tiene que haber un verdadero arrepentimiento; no hay lugar para culpar a otros, sino se debe confesar sinceramente el pecado (Salmos 51) y apartarse de él en arrepentimiento, buscando con sinceridad el perdón de Dios (Proverbios 28:13).

 

  •   Debemos de considerarnos a nosotras mismas. Todas podemos ser tentadas y sorprendidas por el pecado. Debemos de amar y ayudar a las jóvenes caídas de la misma manera que quisiéramos ser ayudadas y amadas. Debemos ayudarnos ya que todas podemos ser sorprendidas por el pecado. (1 Corintios 10:13)

Pensemos queridas amigas que si nuestro Dios Padre no quiere que ni siquiera uno de los suyos se pierda (Mateo 18:14), y si “el Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas” (Lucas 9:56), ¿Nosotras como seguidoras de Cristo tenemos derecho a juzgar a los demás o Dios nos llama a tener un corazón lleno de misericordia?

  •  Otra cosa que podemos hacer para restaurar a una joven caída es ayudarle a mantenerse en pie después de haberse levantado. No es suficiente ayudarle a dar la espalda a su pecado y dejarle allí sola, debemos estar a su lado.

Gálatas 6:2 Nos dice de sobrellevar las cargas los unos con los otros. En este contexto la referencia indica que se trata de cargas que tientan a un creyente que ha pecado a caer de nuevo en la falta de la cual acaba de restaurarse.

Ser librado de un pecado no significa que siempre será librado de la tentación… La oración es el arma más potente que los creyentes tiene para conquistar el pecado y oponerse a Satanás, y si hay algo que va a ayudar a una joven a llevar sus cargas, es la oración que vos y yo podamos hacer por ella y con ella, así que es de vital importancia que nos comprometamos a apoyar a la joven orando por ella y con ella (Salmos 69:19).

  •  Edifica con la Palabra a la joven que está en su proceso de restauración (Gálatas 6:6 El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye). Juntas, participen de toda cosa buena que se relaciona con la Palabra de Dios. (Ideas: Leer juntas la Palabra, memorizarla, tener estudios bíblicos, enseñarle a meditar en la Palabra).

ACUÉRDATE:

Los hijos de Dios nos alentamos unos a otros, nos sostenemos y ayudamos en la carrera de la santidad, algunas veces ayudamos y otras nos ayudan para ser restaurados en el cuerpo de Cristo…No te desanimes cuando quizás inviertes en alguien y te falla, cae, o no tiene los cambios que tu quisieras. Ora al Señor y llena tu corazón de su misericordia, pídele que te ayude a ver con sus ojos y sigue invirtiendo en vidas de esas jóvenes. Nunca dejes de tener un corazón misericordioso.

Acerquémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4:16

 

 

 

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2 comentarios en “Mirando a través de sus ojos”

  1. Avatar

    Gracias Marce, por este devocional, que es de bendición para mí vida y se que eres un ejemplo de lo que enseñas. Muchas veces he podido ver ese misericordia a través de tu vida.

  2. Avatar

    Que maravilloso leerte Marcela, Dios bendiga tu gran corazón. Y ver que mencionaste a nuestra amiga en común me hizo llorar de gozo. Un super abrazo.

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