La mejor inversión

Confieso que nunca me he llevado bien con las matemáticas ni las ciencias exactas. Pero hoy quiero comparar algunos principios bíblicos con esta materia. Dios es el matemático por excelencia y en la contabilidad Divina, siempre se gana. No existe mejor lugar dónde invertir tu vida, tu amor y tus fuerzas.

 

“AMA AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZON, CON TODA TU ALMA, CON TODA TU MENTE Y CON TODAS TUS FUERZAS.”  Marcos 12:30 NVI

 

LO PRIMERO ANTES QUE LO SEGUNDO.

El orden de los factores SI altera el producto.

El Señor mismo ordenó las características de este gran mandamiento: Amarle con todo el corazón, con toda el alma, toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas.

Esta disposición no se puede alterar. ¿Qué quiero decir? Sencillamente, si no amo con todo el corazón, primeramente, no lo haré con las fuerzas.

Amarle con todas nuestras fuerzas hace referencia al servicio. Este debería ser el producto, el resultado de mi devoción y comunión con El.

Cuando altero el orden (servicio antes que devoción), vienen los problemas: frustración, escasez de frutos, conflictos interpersonales, agotamiento físico y desánimo.

Este mandato NO dice: servirás al Señor con todas tus fuerzas, ¡NO!, sino que dice: AMARÁS CON TODAS TUS FUERZAS. Dios no quiere tu trabajo, quiere tu corazón.

Nunca olvidemos esta gran verdad: PRIMERO AMAR, LUEGO SERVIR.

El gran fundamento y la motivación de nuestro servicio a Dios, y ministerio a las personas, no es una teología profunda, ni un gran conocimiento bíblico, sino es el AMOR.

Si vivimos este mandamiento: AMAR CON TODO EL CORAZON, ALMA Y MENTE, inevitablemente se hará visible mi servicio, el amor se evidencia por las obras. Mi trabajo para el Señor es el fruto, no la raíz.

 

El 100%, NADA DE DIVISIONES NI PORCENTAJES.

Dios nos manda amarle con TODAS las fuerzas (el 100%), no con las sobras o restos de nuestra vida. Ni siquiera un 50 y 50. Él no quiere un poco de amor para El y que te guardes el otro 50% (ni siquiera el 30%, ni aun el 0,5%) para tus proyectos, preferencias o placeres.

No es cuestión de negociación: “Señor, yo te doy un porcentaje de mí y tú bendices mis planes…”

Dios ES nuestro TODO, por eso quiere TODO y se merece TODO.

 

EL AMOR ES ACTIVO, NO PASIVO. Contabilidad divina.

El amor de Dios actúa:

“De tal manera amó, que dio a su Hijo unigénito…” (Juan 3:16)

“…al que nos amó y nos lavó de nuestros pecados…” (Ap. 1:5)

“…Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aun pecadores, Cristo murió…” (Ro. 5:8)

ESTE mismo amor que actúa “ha sido derramado en nuestros corazones” (Ro.5:5). El amor no paraliza, no tiene temor (1 Jn. 4:18). Es un amor que obedece (Jn. 14:15), amor que da, amor que hace, que acompaña, que sostiene al débil, que habla palabras de amor y verdad, que sirve.

 

ES CUESTION DE SUMAR NO DE DIVIDIR.

Volvamos a leer nuestro pasaje central: AMARLE con todo nuestro corazón, Y con toda el alma, Y con toda nuestra mente Y con todas nuestras fuerzas.

El mandato no da lugar a la elección: si amar con el corazón o con el entendimiento. O amarle con el sentimiento sin la acción. No, las cualidades se suman, se añade una más otra. No hay manera de amar a Dios solo con la mente, debemos amarle con el corazón + alma + mente + fuerzas.

Otra verdad, que hasta parece obvia: el amarle es UN MANDATO DIVINO. No es opcional ni temporal.

 Una orden se da para ser cumplida, sin ser cuestionada o analizada. Por lo tanto, mi obediencia no debe depender de mis sentimientos o circunstancias.

CONCLUYENDO:

Es nuestra oración que, luego de haber meditado en esta serie “VIVIENDO EL PRIMER MANDAMIENTO”, tu amor por Nuestro Gran Dios haya crecido. No te conformes con darle las migajas.

Pero, esto no puede quedar así, en una bonita reflexión, es HORA DE ACTUAR, DE LEVANTARTE, DE SERVIR A DIOS Y DE AMARLE CON TODAS LAS FUERZAS.

Quizás pienses: ¿Cómo hago? ¿Por dónde empiezo?

  • Ora pidiendo oportunidades de servicio al Señor
  • Realiza una lista de personas a las que puedes ayudar con pequeñas acciones de amor: un mensaje de ánimo, una ofrenda, un mandado, una comida, ¡sé creativa!
  • “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas” (Eclesiastés 9:10 a).

¡Avanza, sueña, ambiciona ser parte de la Obra de Dios!

 

UN RECORDATORIO FINAL:

NO se trata de ACTIVISMO, sino de SERVICIO.

NO es una OPCION, es un MANDATO

NO es solo SENTIMIENTO, es OBENDIENCIA

NO son las SOBRAS, es el TODO

NO son las OBRAS, es el CORAZÓN.

 

 

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