Ejercitando una mente pura

¿Te pusiste a pensar alguna vez acerca de la importancia que tienen tu mente y tu memoria en tu composición como persona? Dios nos ha creado como seres pensantes, con la capacidad de ir aprendiendo y adquiriendo nuevos conocimientos a lo largo de nuestra vida, que a su vez van conformando nuestra forma de ver las cosas, y van determinando nuestro accionar ante las diferentes circunstancias de la vida. Es por eso, que los pensamientos en el creyente son sumamente importantes porque afectan nuestro carácter, así como dice Proverbios 23:7 “Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él”. Si permitimos que Cristo cuide nuestros pensamientos, éstos serán moldeados de acuerdo al carácter de Cristo, y seremos semejantes a Él.

Hagamos un ejercicio rápido; si yo te digo que pienses en algo puro, ¿Qué es lo primero que se te viene a la mente? Probablemente pensaste en algo limpio, blanco, o quizás pensaste en el oro puro. Lo que acabamos de hacer, en este momento, fue acudir a nuestra memoria. Quiero compartirte una definición que aprendí el año pasado: “la memoria es la facultad que permite traer el pasado al presente, otorgando un significado a la experiencia pasada, también es la capacidad de adquirir, almacenar y recuperar esa información. Su función principal es la de proporcionar a los seres humanos los conocimientos necesarios para comprender el mundo en el que viven” … interesante, ¿no?, nuestra memoria, es como una base de datos que almacena todo lo que vamos adquiriendo a lo largo de la vida, y que a su vez, le va dando sentido y significado a todo lo nuevo que vamos aprendiendo.

Hagamos un ejercicio más: ¿En qué versículo pensás cuando hablamos de pureza? Al menos un versículo se te habrá ocurrido, pero… en la semana, ¿Lo recordaste cuando pensaste en algo incorrecto a los ojos de Dios? ¡Qué rápido nos olvidamos! Todo está en nuestra memoria, en esa base de datos, pero debemos traer constantemente al presente las verdades que sabemos de la Biblia para poder tener una mente pura. Es por eso que Pablo en Filipenses 4:8 nos anima a utilizar nuestra mente como Dios quiere, a poner en funcionamiento nuestra capacidad de pensar, ¿En qué? en todo lo que es verdadero, honesto, justo, puro, amable, de buen nombre; de virtud alguna, digno de alabanza.”

¿Qué son los pensamientos PUROS?

En el original la palabra puro es «jagnos» la cual define: “lo que está libre de contaminación, moralmente incontaminado”. Nuestros pensamientos deben ser puros tanto en lo personal, como en lo sexual, y también en lo interpersonal. Quiero darte algunos ejemplos:
En lo personal: Debemos dejar de lado los pensamientos de orgullo, vanidad, autodesprecio o egoísmo, para tener pensamientos humildes, modestos, de autoaceptación y de abnegación.
En lo sexual: debemos dejar de lado los pensamientos inmorales hacia el sexo opuesto o el mismo sexo, ya sean deseos carnales, codiciosos o indebidos, o quizás música con letras inapropiadas, para que nuestros pensamientos en cuanto a este tema estén alineados al diseño de Dios.
Por último, en lo interpersonal, debemos dejar de lado aquellos pensamientos que nos lleven a ser hipócritas, o a tener envidia, o a despreciar a otros, para poder ser reales, estimando y valorando a otros.

Vivimos en un mundo lleno de cosas inmundas, obscenas, moralmente corrompidas y pervertidas, las personas llevan vidas pecaminosas, y por eso sus mentes están corrompidas; pero nosotras, como creyentes, debemos concentrarnos en lo que es puro, viviendo vidas en completa devoción a Dios, sin mezclar nuestras motivaciones con las del mundo. La pureza requiere de una renuncia a este mundo, y de una obediencia que sujete todo pensamiento y acción al Señorío de Jesucristo.

¿Alguna vez escuchaste esa frase que dice: “que para identificar lo falso primero hay que conocer lo verdadero”? Suelen decirla para los billetes… claro, para identificar un billete falso, es indispensable conocer el verdadero, porque falsos hay muchos, pero verdadero hay uno sólo. Ahora… ¿Qué es lo verdadero que tenemos los creyentes? ¡la Palabra de Dios!, si la conocemos y la ponemos en práctica, entonces nuestros pensamientos serán puros y verdaderos, y todo lo que vaya en contra de esto, será impuro y falso.

Quiero compartirte cuatro verdades que tienes que recordar:

Tenemos una Orden que Obedecer:

“Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.” 1 Pedro 1:15-17

El versículo es muy claro. Así como en Filipenses 4:8 dice que debemos pensar en TODO lo puro, aquí nos dice que debemos ser santos en TODA vuestra manera de vivir. No existen los grises, ni los atajos para Dios, debemos procurar obedecerle en TODO. ¿Estás viviendo en santidad?

Tenemos a un Dios Omnipresente y Omnisciente:

“Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos.”  Salmos 139:2

Ser conscientes de su presencia constante en nuestras vidas, y de que Él sabe y conoce hasta nuestros pensamientos más profundos, debe llevarnos a vivir una vida de temor a Dios. ¿Tienes presente esta verdad?

Tenemos una Comunión que mantener:

 “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.” Jeremías 29:13

Día a día debemos buscar a Dios en oración, y pasar un tiempo con Su Palabra de todo corazón, así conoceremos la verdad y tendremos mayor facilidad para reconocer lo que es falso, pero también, tendremos la fortaleza para luchar y vencer aquellos pensamientos impuros. ¿Cómo está tu comunión?

Tenemos una Confesión que hacer:

 “El que encubre sus pecados no prosperará; más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.” Proverbios 28:13

Si hoy estás reconociendo que tu mente está contaminada con pensamientos impuros, es tiempo de identificarlos y llevarlos a los pies de Cristo. Esa misma sangre que un día nos limpió para Salvación, es la que puede limpiarnos cada día. Pero no solo es confesar, sino también apartarse de todo aquello que me lleve a pensar de esa forma. ¿Qué estás esperando?

¡No seamos oidoras olvidadizas! Traigamos a la memoria todas las verdades aprendidas y vivamos vidas puras que glorifiquen a Dios.

 
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1 comentario en “Ejercitando una mente pura”

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