Apoyando a tu esposo en el ministerio

Hay mucho escrito sobre este tema, pero es mi deseo compartirles mi experiencia personal en lo que es ser una compañera de un hombre que esta en el ministerio.
Creo que toda mujer cristiana, cuando sueña y planea su casamiento, o ya ha comenzado ese increíble “caminar junto a” en esta vida; desea profundamente que todo vaya bien. Se hacen promesas preciosas de fidelidad y amor. Pero al transcurrir los años, y en la realidad de la vida, vienen problemas de afuera, de todos lados que ponen a prueba o dejan en la nada esas promesas que un día parecía que nada podría romperlas.

Pero estas promesas en primer lugar están sostenidos por mi fe en lo que la Biblia dice acerca del matrimonio.
El matrimonio es una institución establecida por Dios.

«Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.»

Génesis 2:24

El matrimonio es un pacto. Mt 19: 4y 6. Ml. 2;14-“siendo ella tu compañera y la mujer de tu pacto” (pacto, alianza)

El matrimonio es un pacto de compañía. Gn. 3:12 “la mujer que me diste por compañera”. Ser compañera no es competencia. “Es caminar junto a”
Camino junto a mi esposo en los momentos de alegría, en los de muchas actividades pero también en los de tormentas de diversos colores.

Como acompaño?

Entendí que para ser compañía debo aceptar mi lugar
Que debo ayudar para enriquecer.
Porque la Biblia me dice que fui creada por Dios con un propósito importante y necesario:
ser AYUDA (Gn.2:18). Una ayuda apoya, auxilia, asiste, contiene.
AYUDA IDONEA: Complementa y es adecuada. Dice la Biblia que Dios vio la soledad del hombre y vio que no era bueno. Esa soledad tremenda hubiese convertido un paraíso en un desierto, y un palacio en una cárcel. (M.H)
Entendí que debo abrazar su Palabra y sus propósitos. El me creo para ser parte de su obra en la vida de mi esposo así como el en la mía. El es quien transforma y cambia no yo. No intentes cambiarlo, no lo compares, no lo critiques, no lo cuestiones, no hables a espalda de el. La Biblia me pide que lo respete! Y ese respeto comienza en el corazón, en un espíritu afable y apacible.
Seguro estas pensando: Se puede lograr esto? Que difícil!!!
Y si, creo que la parte mas difícil puede ser en las circunstancias que no son muy favorables, pero creo que la parte mas difícil esta en nuestro propio corazón que lucha por poder, por control y egoísmo.
Se una mujer que cada día busque escuchar la voz de Dios a través de la Palabra, humilde para aceptar sus errores, valiente y esforzada en llevar su conducta y palabras en obediencia a ella. Y no solo digo de hacer devocionales diarios, sino un estudio profundo de las Escrituras, lectura de buenos libros, que me permitan estar en un nivel de conocimiento bíblico para ser ayuda en el ministerio de mi esposo.
Porque aun en la compañía, si hay ausencia del temor de Dios, puede llegar a sentirse como en el desierto o transformar un palacio en una prisión!
Se que la Gracia del Señor, su provisión en abundancia, pone a nuestra disposición todo lo necesario para responder a su Plan.
No puedo dejar de preguntarme a mi misma: Lo he logrado? En que punto estoy?
Al cumplir en este año 44 años de casada, puedo decir que no ha sido fácil, me he equivocado muchas veces, pero estoy en ese proceso.
Mi esposo es un hombre muy involucrado en el ministerio, viajando mucho. Y he tratado de apoyarle aun cuando mi salud ha sido muy débil para acompañarle o tener parte mas activa. Nunca deje de orar por el, sola y con mis hijos, y ayudarle en sus preparativos de viaje, me divertí cociendo las piernas de sus pijamas, o poniendo carteles en sus bolsillos del traje…..en todo momento quería que el supiera que yo estaba allí con el! Y que pudiese estar tranquilo que en nuestro hogar, todo estaría bien.
Hubo reclamos o enojos ante esas ausencias? Rotundamente NO!
Te animo a que esto nunca lo permitas en tu vida. Porque es importante estar alerta de esos enemigos que pueden sacarte del plan de Dios al crearte.
Mucho esta resumido en 1 Co.13. Pero les dejo el vers. 5-“no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor”


Pueden haber momentos en que intentes justificar tus reacciones, irritación, enojo o lo que sea que sabes que no es correcto. Pero te voy a compartir mi respuesta a una mujer hace ya varios años que me quiso explicar porque había sido infiel a su esposo….”el ya no me escucha y no me cuida”…..Mi respuesta: “esto no tiene nada que ver con lo que el hizo o no hizo, tiene que ver con tu amor a Dios! No ha sido lo suficientemente fuerte como para no permitir romper tu promesa a Su Palabra”. Es una decisión de obediencia y adoración a El, mas allá de lo que te toque vivir.
Aferrate a eso, profundizalo y toma un serio compromiso de que NADA condicione tu amor y apoyo a tu esposo! El apoyar a tu esposo en el ministerio es una respuesta espontánea, natural y preciosa al amar al Señor con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerza! Que el Señor te bendiga en este proceso!

Síguenos o comparte en:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *