Ansiosa inquietud

“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.
Basta a cada día su propio mal.” Mateo 6.34

¿Quién alguna vez no se detuvo a leer este pasaje ante situaciones de decisiones, preocupación, o esperando el mañana? Previo a esos versículos, el Señor nos alienta a no afanarnos por la comida, ni el vestido, Él se encarga de las aves, de los lirios, y nos dice “¿No valéis vosotros mucho más que ellas?…” Mt. 6.26, “…no puedes añadir a tu estatura un codo…” Mt. 6.27 ¿Por qué? “…vuestro Padre celestial sabes que tenéis necesidad de todas estas cosas.” Mt 6.32b

El pasaje paralelo de Mateo 6:25 – 34 es Lucas 12:22 – 31; léelo en voz alta pensando en que estás ahí, en el Monte, escuchando al Señor en vivo y directo. El versículo de Lucas 12.29 al igual que en Mateo nos invita a no preocuparnos por el vestir, el comer, etc. En Mateo dice que estas cosas buscan los gentiles, y en Lucas nos dice que no estemos en ansiosa inquietud, “Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.” Lc. 12.29. Cuando leí estos dos versículos en particular, me detuve varias veces; el Señor que nos conoce dice: “…no os preocupéis…” Lc. 12:29, no estéis en ANSIOSA (experimentar conmoción, intranquilidad, nerviosismo o preocupación) INQUIETUD (Falta de quietud. Conmoción, alboroto, desasosiego o la desazón. La persona que está inquieta no puede relajarse, ya que hay algo que le genera preocupación). Veamos juntas qué lecciones podemos sacar de estos pasajes.

1- NO ESTEMOS PREOCUPADAS:

¿Tenemos necesidades? Si ¿Tenemos decisiones que tomar? Si ¿Queremos saber qué traerá el mañana? Si ¿Debemos preocuparnos? NO. Esto no significa que no puedas planificar, establecer metas, etc. Pero todo lo que quieras hacer mañana, el Señor ya lo sabe, ¿Qué debes hacer? orar, presentarle el mañana, tus preocupaciones, tus metas, planificar dependiendo de Él ya que él tiene cuidado de ti. Muchas veces me sentí preocupada por el mañana, eso me detuvo, me paralizó, y lo único que gané fue una ANSIOSA INQUIETUD. Un gran ejemplo de NO PREOCUPACIÓN es la mujer virtuosa, vemos que ella llevaba una vida planificada, organizada “…se ríe de lo porvenir” Proverbios 31:25b ¿Cuál era su secreto? “…teme a Jehová…” Prov. 31.30b. Ella planificaba, se organizaba, pero DEPENDÍA de Dios. No la vemos preocupada, no la vemos pre- ocupándose de cosas que no eran necesarias, sino descansando en Aquel a quien temía. Cuando la preocupación toca tu puerta, es porque no estás dependiendo del Señor ni confiando en Él. Proverbios 14.26 dice: “En el temor de Jehová está la fuerte confianza…” y esto lo vemos en Mt. 6.32 cuando nos sobre las preocupaciones diarias “los gentiles buscan estas cosas”. Y en Lucas 12: 28 habla de la hierba que dura solo un día, y el Señor aun así la viste con belleza y dice: “… ¿Cuánto más a vosotros hombre de poca fe?

2- NO ESTEMOS EN ANSIOSA INQUIETUD

La ansiosa inquietud va acompañada de afán, preocupación, que son de alguna manera parte de la gran familia de la incertidumbre. Somos hijas de Dios, compradas por precio de sangre, pero aun vivimos en esta tierra de incertidumbre, afanes. Dar un examen, una entrevista de trabajo, tomar una decisión, no saber que traerá el mañana, todo esto muchas veces no quitan el sueño. Hace poco experimenté todo esto junto, así que hablo desde la experiencia, pero me di cuenta que la ansiosa inquietud era porque estaba dependiendo de mi humanidad antes que del Señor. Mi temor a Él se estaba poco a poco desplazando por autosuficiencia, mi dependencia a Él estaba siendo reemplazada por lo que soy o puedo hacer, y ahí tras lágrimas y arrepentimiento volví a escuchar “no os afanéis” “no vas a poder añadir un codo a tu estatura” “mujer de poca fe” “los gentiles buscan estas cosas”. Recuerda Filipenses 4.6 nos dice que por nada estemos afanosos sino…pongamos nuestras peticiones delante de el con TODA ORACIÓN, RUEGO y ACCIONES de GRACIAS. Esto guardará nuestros corazones y pensamientos EN CRISTO JESÚS. Ese versículo nos invita a volver a Él en comunión; orar es hablar con Dios como un Padre que sabe que “tenemos necesidad de todas estas cosas” y que nos escucha, el ruego es mostrarle que necesitamos de Él, es expresarle ABBA PADRE, te necesito, no sé qué traerá el mañana, no sé qué decisión tomar, es ese ruego del corazón, no de desesperación sino de DEPENDENCIA, Y acción de gracias sabiendo que El no dará su paz que sobrepasa todo entendimiento quitando las ansiosas inquietud o dicho en otras palabras la INJUSTIFICADA TORMENTA de ansiedad. Filipenses 4.7

3- NO DEJEMOS DE BUSCARLO A ÉL

Se nos exhorta a BUSCAR PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS. Todos los días debes tener tu tiempo de comunión con él. ¿Cómo vas a conocer lo que Dios quiere para vos en el día a día si no tienes comunión con Él? Recuerdas lo que dijimos anteriormente de la mujer virtuosa, lee el pasaje, termina diciendo LA MUJER QUE TEME, en otro pasaje dice que el principio de la sabiduría es el TEMOR A JEHOVÁ Prov. 1.7. Sin comunión, la ansiosa inquietud, los afanes que busca la gente de este mundo (Lc.12.30ª) pronto tocaran a la puerta. ¿Estas lista para decir: Busqué primeramente el Reino de Dios…las demás cosas serán añadidas”? ¿Podrías descansar sabiendo que tu comunión es tan sólida que te lleva ante situaciones que se presentan orar, rogar y agradecer? Y por último…

4- NO TE AFANES POR MAÑANA

Comenzamos con ese versículo, cada día trae su propio afán, su propia preocupación, su propia historia. El ayer nos enseñó, el hoy nos lleva a depender, el mañana nos anima a no preocuparnos. Esto como ya dijimos no significa que no debes planear, poner a Dios primeramente ante cualquier proyecto, meta o desafío. Pero debe llevarte el mañana a: orar, rogar, y dar gracias sabiendo que nuestro Padre sabe que necesitaras mañana. Te desafío a decir hoy:

“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” Mateo 6.34

Reflexiona hoy:
¿Qué te preocupa en mente y corazón hoy? ¿Qué te está manteniendo ocupada de ante mano? ¿Qué te mantiene con turbulencia interna? Evalúa tu comunión con el Señor ante situaciones de afán, ¿Cómo estaba o está tu comunión con Él? DETENTE, ora, ruega y agradece.

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