¿Te has dado cuenta de que ese dispositivo que tienes en tus manos, el celular, te avisa cuando algo funciona mal, cuando el almacenamiento está lleno y hay poco espacio, cuando hay archivos duplicados, apps innecesarias, o fallas en el sistema? Todo lo que no eliminaste en el momento que debías hacerlo, se acumuló al punto de generar un mal funcionamiento y cuando ya estas al límite y el dispositivo prácticamente no responde, ahí es donde comienzas a eliminar fotos, vaciar chats y limpiar el celular.
Con nuestra mente y pensamientos sucede algo muy similar que con el celular. Está comprobado que tenemos entre 40 mil y 70 mil pensamientos al día. Si no hacemos algo práctico nuestra mente se llena de pensamientos que no solo ocupan lugar, sino que hacen que todo comience a funcionar mal. Algunos llegan involuntariamente y hay otros en los que voluntariamente insistimos en pensar. Muchos de estos pensamientos son justamente todo lo contrario a la lista que el apóstol Pablo da. En Filipenses 4:8 nos dejó una guía sobre lo que debemos pensar: no son pensamientos verdaderos, son falsos; no son honestos, son deshonestos; no son justos, son injustos; no son puros, son impuros; no son amables, son abominables; no son de buen nombre, porque no se pueden ni mencionar; no son excelentes, porque tienen maldad; ni dignos de alabanza porque solo buscan criticar.
Alguien alguna vez dijo “Siembra un pensamiento y cosecharás un deseo; siembra un deseo y cosecharás una acción; siembra una acción y cosecharás un hábito; siembra un hábito y cosecharás un carácter; siembra un carácter y cosecharás un destino.” La Palabra de Dios dice en Proverbios 23.7 “porque cuál es su pensamiento en su corazón tal es el”. Los pensamientos que entran determinan las acciones que salen. Los pensamientos determinan acciones, tanto buenas como malas, por eso es tan importante tener victoria sobre aquellos pensamientos, no solo pecaminosos, sino sobre aquellos que no nos benefician ni edifican. Y si tener victoria sobre nuestros pensamientos fuese tan fácil como eliminar algo en el celular, ni siquiera estaríamos hablando de esto. La batalla con nuestros pensamientos es la mayor lucha a la que nos enfrentamos. Es una guerra contra nosotras mismas, contra nuestra propia naturaleza pecaminosa. Es una batalla diaria que se da en cualquier momento y en cualquier lugar.
Hay pensamientos que vuelven una y otra vez, ideas que dan vueltas y vueltas. Insisten en instalarse y buscan formar parte de nuestro ser. Más de una vez me encontré luchando con esas ideas, queriendo convencerme a mí misma de que no estaban tan mal; queriendo justificarme de que, pensar en algo así, estaba bien.
¿Tienes identificados pensamientos así? Tú sabes que esa idea está mal, pero voluntaria o involuntariamente lo vuelves a pensar. Si lo permites, pronto pasará a ser una acción, y quiero decirte que ese pensamiento es justamente lo que Satanás quiere utilizar en tu contra. Él encontró una debilidad, un lugar por donde entrar. Ahí tú decides si dar batalla o permitir que esa idea se instale. Esta es una batalla espiritual, y la única manera de ganar una batalla espiritual es con herramientas espirituales.
Estas preguntas pueden ayudarte a filtrar de una manera rápida los pensamientos:
¿Hay santidad en pensar de esta manera? Así puedes rápidamente identificar si es un pensamiento pecaminoso. Si el pensamiento no es pecado en sí mismo, la siguiente pregunta es ¿Me beneficia en algo pensar así? Quizás recuerdos dolorosos, insistir en preguntas que no tienen respuestas, situaciones tristes, suposiciones, etc. que en definitiva te pueden llevar a pecar.
La Palabra de Dios es clara. Él conoce cada uno de nuestros pensamientos (Salmos 94:11 y 139:2) y los escudriña (1 Crónicas 28:9). Habla de nuestro corazón como el asiento de nuestros pensamientos, estos afectan el ánimo y las emociones e inciden directamente en las actitudes y acciones (Proverbios 4:23). La Biblia nos exhorta y anima a tener la mente de Cristo (1 Corintios 2:16) y a tomar el control sobre ellos (2 Corintios 10:5).
Encuentro en Su Palabra 3 acciones concretas que debo hacer para poder tener victoria sobre mis pensamientos y que, en lo personal, me han sido prácticas.
Atrapar:
En 2 Corintios 10:5 se nos exhorta a “llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” da la idea de atrapar, cautivar, dominar, poner bajo control, aquellos pensamientos que van en contra de obedecer a Cristo. Se trata de no permitir que estén dando vueltas sin control. ¿Tienes identificados pensamientos que necesitas atrapar?
Ajustar:
Mi mente y mis pensamientos a los de Cristo. En Romanos 12:2 nos habla de renovar nuestro entendimiento. Mi desafío personal, para ajustar mi mente a la de Cristo y renovar mi entendimiento es de una forma práctica; sustituir los pensamientos erróneos por la verdad de la Palabra de Dios. Y aquí llega la tercera acción.
Apropiarme:
En Isaías 26:3 habla de que tiene paz, aquel que en sus pensamientos persevera en Él. Esta idea de perseverar es la de apoyarse, agarrarse, sostenerse, apropiarse de la Palabra de Dios. Solo puedo lograrlo memorizando. Tengo versículos específicos, memorizados, para contraatacar esos pensamientos que se quieren instalar.
He tenido en el pasado y en el presente algunas victorias y otras tantas derrotas, pero me abrazo a las palabras de Pablo, en Filipenses 3:13 y 14 “…no pretendo haberlo alcanzado, pero una cosa hago, olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome hacia lo que esta adelante, prosigo a la meta…” La meta es ser santa y cada vez más parecida a Cristo. Tener victoria en los pensamientos es gran parte del proceso para lograr esa meta.
Atrapar tus pensamientos, ajustarlos a la mente de Cristo y apropiarte de Su Palabra, no es algo que se logra automáticamente. Es hora de eliminar todo pensamiento que se está acumulando. Seguramente la guerra contra tus pensamientos es la más difícil, pero tener victoria es posible ¡porque en Él y por medio de Él eres más que vencedora! ¡No te des por vencida! Aprópiate de todo lo que Su persona y Su Palabra te proveen para salir victoriosa.
Aquí te dejo una lista de pensamientos con los que podrías estar luchando para que puedas identificarlos, trabajar en ellos y buscar una persona y el espacio para poder hablarlos si fuese necesario. También te invitamos a escribirnos si necesitas hacerlo.
PENSAMIENTOS…
De soledad
De tristeza
De querer terminar con tu vida
De venganza
De recuerdos dolorosos
De frustración
De resignación
De insatisfacción
De envidia
De inferioridad
De decepción
De comparación
De adulterio o fornicación
De lujuria
De mentira
De celos
Gracias