¿Actriz o Líder? ¡Cuidado con la hipocresía!

Hagan lo que ellos dicen, pero no lo que ellos hacen. Esta fue la advertencia del Señor Jesús en Mateo 23 a los que le escuchaban ese día.

Este capítulo comienza con la frase: “Después de esto”

En el contexto, Jesús les había preguntado a los religiosos sobre lo que pensaban ellos del Cristo, el enviado. Ellos responden bien, pero el Señor les vuelve a preguntar sobre un pasaje que se encuentra en Salmos 110:1. Estos religiosos se quedan sin responder. Jesús no trataba de confundirlos sino de confrontarlos con la verdad del poco conocimiento que tenían sobre las Escrituras, pero también quería enseñar a los suyos.

El versículo 2 dice, “Los maestros de la ley y los fariseos tienen la responsabilidad de interpretar a Moisés” (NVI). Es interesante observar que marca la importante responsabilidad de quien asume el liderazgo. Cuando me coloco o me animan a ser un referente para otros debo tener en cuenta la responsabilidad que asumo con ellos.

¡Gracias a Dios contamos con Su Palabra y la guía del Espíritu Santo!

Ser líder no es hacer lo que me parece, es tomar el desafío de compartir lo que Dios enseña con sencillez de tal manera que las personas encuentran lo hermoso y valioso de una relación con el Salvador. Puedo ser parte de ello cuidando de no ser un estorbo.

De esto estaba hablando Jesús en el versículo 13, “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!” Estos hombres obraban falsamente, buscando alabanzas para sí.

Ser un hipócrita es, tal como la palabra lo indica en el original “actuar”. En la antigua Grecia los hipócritas eran los actores del teatro. Solo se muestra lo que otros esperan ver y no lo que soy en realidad.

¡Lo triste de todo esto es que es muy fácil caer en este error!

De ahí es que debemos cuidar la manera de andar para que esto no suceda.

¿Cuáles serían estos cuidados?

No vivas aparentando (vs.5).

El texto dice, “todo lo hacen para que la gente los vea”. En 2 Timoteo 3:5 Pablo nos habla de los engañadores de los últimos tiempos. Ellos tendrán “apariencia de piedad”; parecerán piadosos, pero su conducta los dejará en evidencia.

Hace unos años atrás, viajando al sur con mi esposo y unos amigos que se mudaban para allí, estábamos cruzando una avenida buscando a un pastor con el cual conectarlos. De repente, un auto frenó bruscamente detrás nuestro e inmediatamente un hombre insultó al distraído conductor. Cuando nos dimos vuelta, el hombre que insultaba era el pastor que buscábamos ¡Qué momento! ¡Que decepción! Era obvio que este hombre debía cambiar cosas en su conducta.

La apariencia se mantiene lejos de mí cuando estoy cerca de Dios y viviendo Su Palabra.

 

No ames las alabanzas (vs 8 al 11).

A veces no nos damos cuenta de que los títulos pueden confundirnos y colocarnos en un lugar equivocado. Las personas suelen demostrar gratitud hacia otros con títulos o apodos: ¡Es un pastorazo! ¡Ella es una mujer de Dios!

Si estoy buscando que me alaben, pronto eso me desviará de un sincero servicio al Señor. El amar las alabanzas se combate con humildad y servicio a otros.

En Mateo 20:28 Cristo dijo, “No he venido para ser servido sino para servir”.

 

No aprendas solo lo superficial.

Busca y permite que la Palabra de Dios te enseñe sobre cosas que cambiarán profundamente tu vida.

Estos maestros sabían muy bien cómo conducirse y qué hacer en el templo, pero habían descuidado los asuntos más importantes en cuanto a la ley de Dios tales como la justicia, la misericordia, la fe o fidelidad.

Mi atención debe estar en vivir en justicia más que en cumplir. Se trata de una manera de vivir en la que demuestro que me importa mucho la opinión de Dios sobre lo que hago.

Cuando hablamos de misericordia nos referimos a tener una actitud de compañerismo y empatía hacia los demás. Y si de fidelidad hablamos, se trata de mantenerme firme en la fe de una forma constante.

Todos podemos ser hipócritas si no ponemos nuestro corazón y conducta a la luz de las Escrituras y el consejo de Dios.

Jesús se tomó el tiempo para advertirnos. Seamos sabias y tomemos tiempo a solas con Dios hoy pidiéndole que nos muestre nuestro estado y nos ayude a agradarle de manera sincera.

Que su gracia nos anime a ser humildes y sencillas como Él lo fue.

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